DOBLE LLAVE – Vencer el sida era uno de los objetivos más próximos a cumplirse para 2030. Sin embargo, ahora los gobiernos africanos tratan de llenar el vacío dejado por la retirada de fondos de cooperación, sobre todo estadounidense, mientras la directora de la Agencia de la ONU contra el sida (ONUSIDA), Winnie Byanyima, pide que se mantenga la solidaridad global.
«La respuesta al VIH es una de las historias de salud mundial más exitosas, si no la más exitosa», explica la ugandesa en una entrevista con EFE, que lo resume en cifras: para 2029, «si nada cambia y no se cubre la brecha del mayor donante para el VIH» (EE.UU.) se prevén 6,6 millones de nuevas infecciones y un aumento de las muertes en 4 millones.
La lucha contra el sida, sobre todo en África, el continente con más infecciones y muertes, ha sido en las últimas décadas un éxito de concienciación, prevención y tratamiento. Las infecciones diarias estaban en unas 3.500, pero ahora las estimaciones de ONUSIDA es que hayan aumentado a 5.800, por la falta de financiación de la mayoría de programas.
Datos de ONUSIDA
«Hay graves interrupciones debido al cierre de los servicios. La prevención se ha interrumpido casi por completo. Se están administrando algunos tratamientos, pero las poblaciones clave, que temen el estigma y la discriminación, no acceden a ellos como antes. La transmisión maternoinfantil está aumentando», señaló la representante de ONUSIDA.
Si bien es cierto que los fondos para el VIH venían reduciéndose progresivamente por el éxito y porque cada vez más países habían incorporado programas a su atención sanitaria, el impacto de los cortes de financiación de la cooperación internacional estadounidenses han sido notables, pues financiaban en muchos países africanos más del 60 % de la respuesta al sida.
«Siempre supimos que la ayuda terminaría. Nunca se puso ahí para que durara para siempre porque ningún país quiere ser beneficiario de caridad. No sabíamos que podría interrumpirse tan rápidamente, pero ha sucedido», lamenta la ingeniera de ONUSIDA.
Llenando la brecha
La transición debiera haber sido más progresiva, considera, porque los países de rentas medias y bajas, que son donde más incidencia de VIH hay, enfrentan una crisis fiscal con «altas tasas de interés, una carga elevada del servicio de la deuda que desplaza los gastos en salud, educación y protección social».
Por eso, considera que se necesita «una nueva forma de financiar el desarrollo», que es lo que se está tratando de debatir en la IV Conferencia Internacional de Financiación del Desarrollo de Sevilla, donde participa ONUSIDA.
Pero mientras eso sucede, «necesitamos que la ayuda se mantenga para que haya transiciones estables y no perdamos los logros que ya habíamos logrado».
De interés: ONG venezolana denunció que hay un 60 % de personas con VIH sin diagnóstico
DOBLE LLAVE
Con información de EFE Servicios
Fuente de imagen referencial: EFE/Rungroj Yongrit
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