DOBLE LLAVE – En fecha próxima, dentro de los próximos quince días, el mundo podría cruzar una línea peligrosa. Una que, de ser traspasada, transformaría el conflicto entre Irán e Israel en un nuevo capítulo de la historia humana, la del del uso táctico de armamento nuclear en una guerra moderna y localizada. Aunque aún no ha ocurrido, los indicios se acumulan rápidamente como piezas de dominó listas para caer una tras otra; comenta en una extensa y pormenorizada publicación realizada hace unas 48 horas el analista y psicólogo Vladimir Gessen.
Como en algunas otras ocasiones hemos decidido resumirla, divulgar lo que estimamos medular de su escrito -que consideramos oportuno y de alto interés- e invitar a su lectura y reflexión.
«Israel ha declarado en múltiples ocasiones que no permitirá que Irán obtenga armas nucleares. Irán, por su parte, sostiene que su programa es pacífico, aunque la evidencia internacional y los reportes del OIEA han generado profundas dudas. El jefe de estado Ali Khamenei quien es un ayatolá que ostenta el título de Líder Supremo de la República Islámica de Irán, la más alta autoridad política y religiosa de ese país, ha mantenido una retórica hostil por décadas, utilizando expresiones como “tumor cancerígeno” para referirse a Israel, y en un sinnúmero de declaraciones ha dicho que (Israel) “no existirá en 25 años».
«Frente a esta amenaza, los escenarios de represalia o acción preventiva se vuelven inquietantemente realistas. Entre el 24 de junio y el 10 de julio de 2025, el mundo podría presenciar un peligroso evento que redefina las líneas rojas de la seguridad internacional, como lo es el posible uso de armamento nuclear táctico por parte de Israel, o un ataque preventivo de Estados Unidos contra una instalación nuclear iraní».
Declaraciones han hecho referencia a un “cambio de régimen” en Irán como resultado de las operaciones israelíes

Fuente de esta imagen referencial: Red social X – @patriciajaniot
«El 15 de junio de 2025, distintos medios informaron que el primer ministro Benjamín Netanyahu hizo declaraciones firmes sobre acciones militares contra Irán, sugiriendo un posible “cambio de régimen” como resultado de las operaciones israelíes».
-Washington, como principal aliado estratégico de Israel, podría optar por intervenir directamente mediante un ataque aéreo selectivo. No se trataría de una operación convencional. Lo más probable es que se empleara un bombardero B-2 Spirit, avión invisible al radar, diseñado para penetrar defensas aéreas densas y golpear con precisión quirúrgica. El objetivo sería destruir la infraestructura nuclear subterránea iraní. No con bombas nucleares, sino con las llamadas bunker busters, bombas de penetración profunda capaces de detonar bajo tierra. Esta opción, aunque extrema, tendría respaldo legal bajo el argumento —controversial— de prevención de una amenaza inminente, pero no evitaría una respuesta regional con consecuencias imprevisibles.
«Una segunda posibilidad es que Israel, que ha desarrollado experticia en operaciones de infiltración y sabotaje, opte por una incursión terrestre limitada o el despliegue de fuerzas especiales para desactivar o demoler la instalación. Esto requeriría un nivel de inteligencia operativa muy alto y colocaría a soldados israelíes en territorio enemigo, con riesgos significativos de captura, muerte o escalada».
Gessen concluye que: Esperamos que nada (bélico e irreversible) suceda. Quizá la diplomacia prevalezca. Pero si no es así —si un arma nuclear se enciende— será como prender una antorcha en un polvorín.
DOBLE LLAVE
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Con información e imagen principal cortesía de Informe21
Se trata de un resumen del análisis escrito sobre el tema por Vladimir Gessen, cuyo contenido completo pueden leer haciendo enlace aquí
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