DOBLE LLAVE – Venezuela es un país que vive una crisis humanitaria sin precedentes. La escasez de alimentos, la hiperinflación, el colapso de los servicios públicos han generado una situación de inseguridad alimentaria que afecta a la mayoría de la población.
Familias venezolanas tienen inseguridad alimentaria
Un estudio realizado por la empresa venezolana Consultores21 en septiembre de 2023 reveló que hasta siete de cada 10 familias venezolanas están en situación de inseguridad alimentaria, es decir, que no tienen acceso a una alimentación suficiente, variada y nutritiva.
El estudio clasificó el estado de la seguridad alimentaria en tres niveles: alta seguridad, baja seguridad y muy baja seguridad, usando una escala de seis ítems diseñada por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA). La muestra incluyó a 2.000 hogares de ocho regiones del país: capital, centro, llanos, occidente, Zulia, andes, oriente y Guayana.
Los resultados mostraron que solo el 28 % de las familias se encontraban en alta seguridad alimentaria, mientras que el 34 % estaban en baja seguridad y el 38 % en muy baja seguridad. Esto significa que más de dos tercios de los hogares venezolanos tienen dificultades para acceder a los alimentos, se ven obligados a reducir la cantidad y la calidad de lo que comen, o incluso pasan hambre.
Causas y consecuencias
El informe de Consultores21 coincide con otros estudios realizados por organismos internacionales, como el Programa Mundial de Alimentos de la ONU, que en febrero de 2020 estimó que un 32,3 % de la población venezolana padecía inseguridad alimentaria y necesitaba ayuda.
La crisis alimentaria en Venezuela tiene múltiples causas, entre las que se destacan el deterioro del aparato productivo nacional, la caída de las importaciones, la alta inflación, el bajo poder de compra del salario mínimo, la escasez de combustible, las sanciones internacionales y las políticas erráticas del gobierno de Nicolás Maduro.
Las consecuencias de la inseguridad alimentaria son devastadoras para la salud, el desarrollo y la dignidad de los venezolanos. Según la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (ENCOVI), realizada por varias universidades venezolanas, el 79,3 % de los hogares reportó haber perdido peso involuntariamente en 2019, con un promedio de nueve kilos por persona. Además, el 30 % de los niños menores de cinco años sufre de desnutrición crónica, lo que afecta a su crecimiento y a su capacidad cognitiva.
La inseguridad alimentaria también genera violencia, migración, desesperanza y descontento social. Según el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social, en 2020 se registraron 9.633 protestas en el país, de las cuales el 23 % fueron por exigir derechos económicos, sociales y culturales, entre ellos el derecho a la alimentación. Asimismo, según la Agencia de la ONU para los Refugiados, más de 5,6 millones de venezolanos han abandonado el país desde 2015, huyendo de la crisis y buscando mejores condiciones de vida.
La seguridad alimentaria es un derecho humano fundamental
La seguridad alimentaria es un derecho humano fundamental, que implica no solo la disponibilidad y el acceso a los alimentos, sino también su aprovechamiento y su estabilidad.
Venezuela necesita urgentemente una solución política, económica y social que le permita recuperar la soberanía alimentaria y garantizar el bienestar de su pueblo.
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Gabriel Velásquez
Con información de redes sociales y medios internacionales
Fuente de imagen referencial: Unsplash/Thought catalog
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