DOBLE LLAVE – La lava fluye por las tres coladas del volcán de Cumbre Vieja, en la isla española de La Palma, sin que ninguno de los datos que manejan los científicos haga presagiar el final de la erupción ni a corto ni a mediano plazo.
El volcán lanza un penacho de gases a 3.000 metros de altura con cantidades elevadas de dióxido de azufre, 17.774 toneladas diarias, y esa medida tendría que bajar hasta 100 para pensar en un posible fin de la erupción, confirmó este miércoles 13 de octubre la portavoz del comité científico del Plan de emergencia volcánica de Canarias (Pevolca), María José Blanco.
Los otros dos parámetros que determinan la energía del sistema volcánico, la deformación del terreno y la sismicidad, también mantienen valores estables con respecto a días anteriores.
Tres coladas, la del sur la más activa
De las tres coladas existentes, la primigenia apenas tiene aporte lávico y la situada más al sur, que está afectando a nuevas construcciones dentro del perímetro de seguridad, se mueve más rápido, a 50 metros por hora, y es “la que acumula más energía y empuje”.
La última de las tres, la del flanco norte del volcán, que obligó ayer a evacuar a 800 vecinos del barrio de La Laguna, fluye hacia el oeste y noroeste y avanza “muy lentamente”. Cabe incluso la posibilidad de que “aborte, que no vuelva a caminar”, según el director técnico del Pevolca, Miguel Ángel Morcuende.
De acuerdo con la información de los satélites de Copernicus, hay 1.541 edificaciones o construcciones afectadas, de ellas 1.408 destruidas.
La erupción ha obligado hasta ahora la evacuación de 6.400 personas, 5.700 en la primera fase de la erupción, de los que unos 6.000 son residentes y 400 turistas que fueron trasladados a Tenerife.
Le puede interesar: Amnistía Internacional exigió que se esclarezca la muerte de Baduel
Gabriela Morales
Con información de agencias y medios internacionales
Comments