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El pasado miércoles al menos 67 personas murieron y 78 resultaron heridas cuando atacantes suicidas detonaron explosivos en un campamento para desplazados internos en el noreste de Nigeria.
Los ataques fueron perpetrados por dos adolescentes en Dikwa, 90 kilómetros al noreste de Maiduguri, en el estado de Borno, mientras cientos de personas hacían fila para recibir alimentos, dijo un socorrista.
«Cincuenta y dos personas fueron enterradas en una fosa común en Dikwa, mientras que otros cadáveres fueron transportados a Madiguri», afirmó. Una tercera atacante que se había infiltrado en el campamento fue arrestada antes de poder detonar sus explosivos.
Dikwa es el refugio de miles de personas desplazadas por los ataques del grupo insurgente Boko Haram.
Alejandra Watts
Con información de dpa.
Fotografía REUTERS/Stringer.
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