Hoy entró en vigor en Tailandia la ley que impide contratar los servicios de una madre de alquiler, además de comprar esperma u óvulos, según informó el Ministerio de Sanidad del país.
Si bien los médicos que se presten para este ejercicio tendrán que enfrentarse a un año de cárcel, para las madres de alquiler la condena podría ser de hasta diez años.
La prohibición, que fue aprobada en febrero y entra hoy en vigor, llega tras dos escándalos que dieron la vuelta al mundo: el caso del bebé Gammy, que fue devuelto a su madre de alquiler porque entre otros problemas nació con síndrome de Down, y el de un acaudalado japonés que tuvo al menos diez hijos con madres de alquiler para asegurar su descendencia.
La legislación tailandesa al respecto era poco clara y numerosas agencias aprovecharon los huecos legales para atraer al país a parejas de todo el mundo con problemas para concebir.
EC
Con información de dpa.
Fotografía Gettyimages.
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