DOBLE LLAVE – El ayuntamiento de Oslo fue testigo de un momento cargado de significado el domingo, cuando los hijos de la activista iraní, Narges Mohammadi, recibieron en su nombre el prestigioso Nobel de la Paz.
Mohammadi, encarcelada desde 2021 por su valiente activismo contra la pena de muerte y el uso obligatorio del velo para las mujeres en Irán, utilizó esta plataforma para clamar por el apoyo internacional en la lucha contra el régimen iraní.
La voz de la resistencia desde la Cárcel de Evin
Desde la prisión de Evin en Teherán, Narges Mohammadi, a través de un discurso escrito, transmitió un mensaje de resistencia y esperanza. Destacó cómo la juventud de Irán ha convertido las calles y los espacios públicos en escenarios de una resistencia civil generalizada.
Su mensaje resonó con la afirmación de que la resistencia está viva y que la lucha persiste, incluso en las condiciones más desafiantes.
Llamado a la solidaridad internacional
Mohammadi, al recibir el Nobel de la Paz de manera simbólica a través de sus hijos gemelos, Kiana y Ali Rahmani, de 17 años, instó a la comunidad internacional a unirse en la causa para poner fin al régimen iraní, describiéndolo como «en su nivel más bajo de legitimidad y respaldo popular».
Este llamado trasciende las barreras de la prisión y resuena como un pedido urgente de apoyo para aquellos que luchan por la libertad y los derechos humanos en Irán.
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Gabriel Velásquez
Con información de medios nacionales y redes sociales
Fuente de imagen referencial: Unsplash/Mohammad Alizade
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