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Un enfrentamiento entre cuerpos de orden público húngaros y cientos de refugiados se produjo en la frontera de Hungría con Serbia, luego de que los serbios rompieran una puerta que divide la frontera. El cuerpo policial usó gases lacrimógenos y cañones de agua.
Antes de romper la puerta los refugiados lanzaron piedras y palos de madera a la policía húngara. Según la información, los incidentes se produjeron en un antiguo paso fronterizo en una carretera nacional que se cerró ante la crisis de refugiados.
Aunque los refugiados lograron avanzar a la parte húngara, la policía los hizo retroceder al lado serbio. Al menos 20 policías resultaron heridos levemente. Las autoridades respondieron con mayor despliegue policial y un helicoptero que sobrevoló la zona.
El ministro serbio de Asuntos Sociales Aleksandar Vulin expresó fuertes críticas. «Protesto en los más duros términos porque se arrojó gas lacrimógeno a través de la línea fronteriza». Agregó que los serbios intentarán convencer a los refugiados para que regresen a Kanjiza, por los momentos los Ministerios del Interior de ambos países se encuentran en contacto.
Como consecuencia de los actos de violencia, Hungría mantendrá cerrado el paso fronterizo con Serbia de Horgos-Röszke por un mes informó el embajador húngaro en Belgrado.
Días atrás se tenía conocimiento del levantamiento de una cerca de alambre de púas en la zona.
GP
Con información de dpa
Fotografía REUTERS/Marko Djurica
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