Santo Domingo, un lugar donde pasar y disfrutar lo bueno del Carnaval

DOBLE LLAVE – Como en cada celebración y fecha importante, los latinos y caribeños sacan a relucir los colores que llevan tatuados en la piel e impregnados en la sangre. Pues si hay comunidades que saben de festejos, sin lugar a dudas están en América Latina y El Caribe (con parte de las mejores playas del mundo); además, algunas de estas poblaciones o comunidades son especialistas a la hora de organizar los carnavales.

Si se trata del Carnaval un referente claro, y casi obligatorio, es República Dominicana (RD), específicamente Santo Domingo, donde se congregan todos los ciudadanos representando a diversos lugares del país, para hacer de la fecha una auténtica explosión cultural y diversa.

Los carnavales dominicanos son una de las fiestas más importantes del país y la más especial para exponer su máximo sentido de libertad e identidad, que reposa desde tiempos antiguos. Comienza en febrero en distintos espacios de la nación y culmina en la capital, Santo Domingo.

Es un evento donde se unen miles de personas de todas las edades y clases sociales para disfrutar de disfraces multicolores, carrozas alegóricas y personajes pintorescos, todos en perfecta unión bajo las armonías musicales que forman parte de la sonora tradición dominicana.

El final de la celebración, que se conoce como el gran desfile del carnaval dominicano, se celebra generalmente el último domingo de febrero donde la avenida George Washington en el malecón y el parque Enriquillo se visten de gala para recibir a los visitantes y locales.

¿Cuándo comenzó el Carnaval dominicano?

Según la mayoría de los historiadores, sus inicios datan de 1520, en plena época colonial española. De hecho, algunos estudios reseñan que los primeros actos vinculados al carnaval en RD probablemente se dieron durante una visita de Fray Bartolomé de las Casas en la que los pobladores se disfrazaron de moros y cristianos.

Las festividades carnestolendas preceden a la Cuaresma, que es tiempo de penitencia y de preparación para la Pasión de Cristo. Además, la fecha puede coincidir con el día de la Independencia, el 27 de febrero de 1844, por lo que todo febrero e incluso los primeros días de marzo se llenan de música y colores.

Como dato curioso e importante, podemos resaltar que la isla se separó de España de manera amistosa a partir de transacciones no bélicas ni violentas, pero fue invadida por Haití, que intentó quitarle a la comunidad su lengua y sus costumbres, así como toda la esencia del carnaval.

Fue tanto que, durante los 22 años que RD estuvo ocupada militarmente por Haití, se prohibió la tradición de usar disfraces en la mayoría de las celebraciones, cosa que se recuperó con la Independencia. Es por ello, que más allá de ser una fiesta, el Carnaval en la isla representa la libertad, la cultura popular y la naturaleza de los dominicanos, alegres y bailarines.

Aprecia en la siguiente galería fotográfica, la diversidad cultural, beneficios o ventajas que se despliegan en los carnavales de Santo Domingo, y que disfrutan los turistas o visitantes.

Galería de fotos

Colores, bailes y disfraces en el Carnaval de Santo Domingo

Los dominicanos celebran su Carnaval usando diversos disfraces coloridos, haciendo alusión a personajes singulares, con diferentes significados, de acuerdo con el folklor del país. Algunos de los más representativos son:

• El Diablo Cojuelo: una herencia española que puede tener un nombre distinto según la localidad, es el más importante.
• El Roba Gallina: se encuentra en todas las ciudades del país y se desarrolla en el período de la ocupación haitiana, pues en esa época a las personas que se les sorprendía robando gallinas se les ponían plumas en todo el cuerpo, además, se les obligaba a presentarse así en público.
• Los Taimáscaros: otra versión del diablo cojuelo que brinda tributo a los primeros pobladores Tainos de la República Dominicana y cuyo disfraz está elaborado con elementos naturales.
• Los Guloyas: son quienes alegran el carnaval de este país recordando a los afrodescendientes de otras islas del Caribe, de habla inglesa, que en el siglo XX llegaron para trabajar en la industria del azúcar.
• Los Pintaos: recuerdan a los esclavos cimarrones que se refugiaban en el siglo XVI. Se pintan todo su cuerpo de la cabeza a los pies, de varios colores y solo un pedazo de tela cubre su desnudez.
• Los Tiznaos: participan bailando en comparsas y pasarelas con sus cuerpos pintados con carbón o aceite quemado de automóviles.
• Los Ali Babá: con disfraces vaporosos, pero también brillantes y coloridos, comparten sus bailes con estudiadas coreografías y sus toques de tambor.

Es por todo lo descrito anteriormente, que podemos estar seguros de que los visitantes disfrutarán de un amplio despliegue cultural y festivo en los carnavales de RD.

Hacia la Semana Santa

Ideal para descansar y cambiar de ambiente en la semana mayor

En paralelo, aunque con distinto propósito y ambiente, los dominicanos trabajan también en los preparativos de la próxima semana mayor. En República Dominicana, la Semana Santa se toma muy en serio y con toda la formalidad. Son siete días para pasarla bien con la familia, descansar y estar en armonía con la Fe. La mayoría de las personas disfruta de días libres, las tiendas están abiertas en un horario limitado y las calles principales de la ciudad capital se vuelven vías peatonales.

Un recomendable lugar de recreo y paseo muy seguro es el Blue Mall (centro comercial con tiendas de ropa y accesorios de diseño, restaurantes, cafeterías y cine).

En cuanto a cómo llegar a RD, días de vuelo, frecuencia, tarifas más convenientes, horarios de salidas y llegadas, o medidas de bioseguridad, puede contactarse a Avior Airlines, aerolínea privada de bandera venezolana que facilita e impulsa con calidad de servicio la interconexión de Latinoamérica y Venezuela con la República Dominicana.

De interés: Avior informa que vuelos internacionales desde Barcelona son un hecho

Angélica Rodríguez

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