Pastelería Tívoli
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DOBLE LLAVE Monsieur Calani, desde que tuvo uso de razón y estando en Francia, trabajó en pastelería. Fue maestro tanto pastelero como chocolatero, así que cuando él y su esposa se asentaron en el país, lo primero –y lo único­– que se les cruzó por la mente para prosperar, fue montar un local especializado en las artes culinarias dulces, reseñó El Nacional.

Así pues, el 23 de junio de 1964 nació la Pastelería Tivoli en la planta baja del edificio Socamara en la Avenida Las Palmas, en el Municipio Libertador, y se convirtió en una de las pioneras en pastelería francesa de la ciudad.

Algo que, según Vivianne, hija y actual encargada del negocio, nunca ha dejado de hacerse con esmero.

«En Tivoli no hacemos nada criollo, todo lo que hacemos se basa en las recetas que trajo mi papá en su maleta. El sello es francés, pero también hay algunas de origen italiano, español y alemán».

El legado

De la pastelería que alguna vez sirvió de punto de encuentro para Gabriel García Márquez cuando visitaba Venezuela, o de presentadores reconocidos como Marco Antonio Lacavalerie y Renny Otolina, de presidentes y políticos, artistas y gastrónomos como Armando Scannone, queda la esencia de sus creaciones, pero también de su gente quienes, como siempre hacía hincapié su fundador, son la columna vertebral del negocio.

Actualmente, de los 36 empleados que comenzaron quedan 17 trabajando con la mística, calidad y responsabilidad que permiten el mejor de los resultados para un público que siempre ha sido exigente con lo que come, acota Vivianne.

Lo que ofrecen

Entre su extenso catálogo, que ronda los 50 productos, destacan pizzas tradicionales, pasapalos de hojaldre -«el mejor de Caracas», se atreve a asegurar la encargada- pastelitos de carne, queso y pollo, croissants dulces y salados, danesas y pasteles de manzanas, ciruelas o fresas.

Además, hacen milhojas griega, tartaletas de frutas y Beignets (buñuelos dulces de masa frita y rellenos de crema o chocolate).

Los massini son de los favoritos, un postre que se había perdido y que en Tivoli sigue activo.

Es una torta con plancha fina o pionono finito, incluye trufa de chocolate, nata, está recubierta con crema de yema. Al final se espolvorea con abundante azúcar impalpable (glas, pulverizada, lustre).

También incluyen en su lista de especialidades la sacripantina. Es una típica torta abovedada, de origen genovés, menos famosa que el tiramisú pero igualmente deliciosa.

Se prepara sobre una base de bizcocho y se rellena tanto con crema pastelera de chocolate como con crema de ponche de huevo. Se cubre con trocitos de bizcocho y azúcar glas.

De interés: El IESA y Bancamiga ofrecen 200 becas para formar a emprendedores

@rafarias86

Con información de El Nacional, otros medios nacionales y redes sociales

Fuente de la imagen referencial: @ElNacionalWeb

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