ONU e Interpol incautan armas destinadas a terroristas en África Occidental y el Sahel

By Gabriela Morales 21 de diciembre de 2020

DOBLE LLAVE – La Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) y la Interpol anunciaron este lunes 21 de diciembre una operación conjunta contra varias redes de tráfico de armas que suplían de armamento, municiones y explosivos a varios grupos terroristas que operan en África Occidental y el Sahel.

La UNODC indicó en un comunicado que la operación fue llevada a cabo durante siete días en «puntos calientes del tráfico» en aeropuertos, puertos y fronteras terrestres en Burkina Faso, Costa de Marfil, Malí y Níger.

Asimismo, manifestó que fueron investigadas más de 12.000 personas, vehículos y contenedores, lo que permitió incautar 50 armas de fuego, más de 40.500 barras de dinamita, 28 detonadores, más de 6.000 balas, cerca de 1.500 kilogramos de cannabis y kat, y 60.000 litros de combustible.

Esta operación policial internacional representa un duro golpe por la paz

«El tráfico de armas de fuego es un negocio lucrativo que, a cambio, alimenta y financia otro tipo de crímenes graves», expresó el secretario general de la Interpol, Jurgen Stock, quien manifestó que la operación «demuestra la necesidad de unir los puntos entre los casos criminales con armas de fuego y los terroristas en distintos países».

La UNODC manifestó en su comunicado que el tráfico de armas de fuego está «a menudo» asociado con otras formas de contrabando y explicó que las «nuevas tendencias» incluyen la incautación de gasolina de contrabando «en grandes cantidades» en Níger y Malí.

«Se cree que el combustible llegó de Nigeria y fue objeto de tráfico para financiar y dar suministro a Al Qaeda y sus filiales», puntualizó, al tiempo que agregó que la dinamita incautada tenía como destino su uso para la minería ilegal, que constituye una nueva fuente de financiación e incluso de reclutamiento para grupos terroristas armados en el Sahel.

La región del Sahel se ha visto sacudida en los últimos años por un repunte de los ataques por parte de grupos yihadistas, incluidos la filial de Al Qaeda, el Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes (JNIM), y la de Estado Islámico, Estado Islámico en el Gran Sáhara (ISGS).