Jefe del Grupo Wagner admite fracaso de la invasión rusa en Ucrania

DOBLE LLAVE – El jefe de la empresa de mercenarios Grupo Wagner, Yevgueni Prigozhin, reconoció este miércoles el fracaso de la campaña militar de Rusia en Ucrania, luego de admitir que no se cumplieron ninguno de los objetivos.

“La operación militar especial se lanzó con el objetivo ‘desnazificar’, pero convertimos a Ucrania en una nación conocida en todo el mundo. Son (los ucranianos) como los griegos y los romanos de los tiempos del florecimiento”, indicó Prigozhin en una entrevista a través de Telegram.

Para el jefe del Grupo Wagner, la desmilitarización de Ucrania, planteada por Vladímir Putin, también fue un fracaso, debido a que la invasión le permitió al Gobierno de Kiev reforzar sus tropas con donaciones de armamento de la Unión Europea y Estados Unidos.

“Si antes del comienzo de la operación especial ellos (los ucranianos) tenían digamos 500 tanques, ahora tienen 5.000. Si entonces sabían combatir 20.000 efectivos, ahora son 400.000. ¿Así la desmilitarizamos? Ahora resulta que nosotros militarizamos Ucrania, y de qué manera”, aseveró.

Prigozhin afirmó que el Grupo Wagner “es el mejor ejército del mundo” y señaló que, “para ser correcto, debiera decir que el segundo es el ruso”.

“Pero creo que los ucranianos tienen uno de los ejércitos más fuertes”, afirmó Prigozhin, al tiempo que admitió que el Ejército ucraniano maneja muy bien cualquier sistema de armamento, ya sea de origen soviético o de la OTAN.

Asimismo, el jefe del Grupo Wagner comparó la motivación de los soldados ucranianos con la de los soviéticos durante la guerra con la Alemania nazi.

“Hacen todo en aras del logro del objetivo supremo, como nosotros durante la Gran Guerra Patria (como denominó la Unión Soviética el periodo de la Segunda Guerra Mundial entre el comienzo de la invasión de la URSS en junio de 1941 y la capitulación de Alemania)”, afirmó.

Prigozhin criticó también a los hijos de la élite rusa por la vida de lujo que exhiben en las redes sociales, cuando “a la gente de a pie les devuelven sus hijos en ataúdes de zinc, despedazados”.

“Y no hay que pensar que son cientos, ahora son decenas de miles de familiares de muertos. Y seguramente serán cientos de miles”, agregó, al tiempo que advirtió que esta situación “puede terminar como en 1917, en una revolución”.

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