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Activistas y varias ONG anunciaron que la situación humanitaria en Siria ha empeorado de gran manera, sobre todo al norte del país donde miles de personas fueron desplazadas por combate.
Los desplazamientos internos son el resultado de las tácticas ofensivas por parte del ejército de Bashar al Assad junto a las fuerzas aéreas rusas contra los rebeldes.
En las zonas controladas por rebeldes del barrio Alepo, apenas hay agua o electricidad desde hace ya varias semanas debido a la intensidad y continuidad de los ataques, razón por la que cual las instalaciones no pudieron ser reparadas. Al sur del pueblo hay también un gran número de personas que huyeron de los combates.
Alepo es una zona en donde viven alrededor de 200 mil personas según estimaciones, pero el barrio está dividido en la zona occidental, controlada por el régimen de Al Assad, y la zona este, controlada por los rebeldes.
Carlos Francisco, coordinador de Médicos Sin Fronteras en Siria, alega que en la zona «hay una lluvia casi constante de bombas».
ACNUR, la agencia de refugiados de la ONU, establece que hay miles de desplazados, mientras que los activistas creen que la cifra es aún mayor siendo decenas de miles.
Abu al Iss, médico del SAMA, visitó la zona para observar los medios y recursos que poseían declarando que actualmente las personas se encuentran viviendo en tiendas de campaña al aire libre siendo un situación miserable y que si no se toman prontas medidas se tornará en una catástrofe.
Por otra parte, los activistas se encuentran preocupados por la llegada del invierno. Tal como estableció Karl Schembri, del Consejo Noruego para los Refugiados, las personas expulsadas se vieron en la obligación de trasladarse a zonas más altas, donde se encuentran expuestos al frío, lluvia y nieve.
La huida hacia otros países cada vez se hace más difícil, ya que Turquía cerró los pasos fronterizos y los demás países han aumentado la seguridad en los controles.
BB
Con información de dpa.
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