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El gobierno salvadoreño presentó al Parlamento el anteproyecto de Ley especial para prevención, rehabilitación y retiro de miembros de pandillas, parte de la estrategia de seguridad del presidente Salvador Sánchez Cerén para poner fin a la violencia que abate a ese país centroamericano.
La violencia pandilleril, según análisis nacionales e internacionales, hace de El Salvador uno de los países más violentos del mundo, por sus altas tasas de homicidio que sobrepasan más de 60 por cada cien mil habitantes.
«Esta ley busca incidir en todas aquellas personas, aquellos jóvenes que están expuestos a la influencia de maras y pandillas, aquellos que pueden tomar la decisión de salirse», explicó Benito Lara, ministro de Justicia y Seguridad.
Agregó que la legislación buscaría frenar el crecimiento de las pandillas a través de programas de educación formal e informal, generación de empleo, proyectos productivos y cultura de paz, que irán dirigidos a la población expuesta a la influencia de estos grupos criminales, principalmente niñas, niños, adolescentes y jóvenes.
Según datos recientes dados por el ministro de Defensa, general David Munguía, los miembros de pandillas llegarían a la cifra de 60 mil, más del doble de los miembros del ejército actual, que es de 23 mil soldados.
De acuerdo al texto del anteproyecto se plantea la creación de una institucionalidad para administrar su ejecución, la cual estará compuesta por una Comisión Interinstitucional, un Comité Técnico, una Secretaría y un Consejo Consultivo.
El ministro Lara fue enfático al declarar y advertir que no podrán acogerse a la referida ley, una vez se apruebe, aquellos miembros de pandillas que hayan cometido delitos graves.
LS
Con información de dpa.
Fotografía REUTERS/Jose Cabezas.
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