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DOBLE LLAVE – Muchos chistes lo dicen, pero resulta que es real. El cacao, tan maravilloso, no puede ser malo. De hecho, según estudios del Observatorio del Cacao, dicho alimento es uno de los mejores aliados para el cerebro de los más pequeños del hogar.

Ramón Estruch, consultor senior de Medicina Interna del Hospital Clinic y presidente del Comité Científico del Observatorio del Cacao, asegura que «el cacao es un alimento muy completo. Es una fuente de polifenoles que es una sustancia que producen los vegetales para protegerse de las agresiones externas. Cuando las ingerimos, nos protegen de enfermedades cardiovasculares e, incluso, del cáncer (…) En el caso de los niños, se ha demostrado que su ingesta regular mejora el rendimiento cognitivo y ayuda a la concentración, sin que la teobromina, que es un estimulante propio de este planta, les afecte, ya que la concentración es mínima, concretamente una taza de leche con cacao aporta 6 mg de cafeína frente a los 40-50 mg de una taza de café».

El profesional de la salud también explica que contiene una sustancia llamada flavanoles, la cual dilata las arterias y favorece la circulación de la sangre aumentando el flujo sanguíneo cerebral y, por tanto, mejorando la memoria inmediata, la atención y la agilidad mental.

Por su parte, el doctor Venancio Martínez, presidente de la Sociedad de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria de España, explica que «acompañarlo de leche» es lo mejor, pues a la vez se aumenta la ingesta de calcio, tan necesaria para los pequeños y que debería ser de tres raciones diarias. «El mejor modo de aprovechar estas propiedades antioxidantes del cacao es tomándolo en forma soluble, disuelto en leche o agua. Y, siempre que mantenga intacto su contenido en polifenoles, sin haber sido sometido a procesos químicos. De hecho, un estudio elaborado por la Universidad de Barcelona mostró que el cacao soluble aportaba el 50% de la cantidad de antioxidantes recomendada en niños» señala Martínez.

Además, hace hincapié en la necesidad de que la primera comida del día sea completa. «El desayuno es la comida más importante y la que nuestros niños realizan de forma más deficiente. Dependiendo de la edad, un niño debe consumir entre dos y cuatro raciones de leche o derivados lácteos al día y una gran mayoría prefiere tomar la leche líquida con el sabor del cacao (…) la leche es un alimento de primera calidad. Aporta una gran cantidad de nutrientes, a veces deficitarios en la dieta del niño, y en cantidades adecuadas. Ayuda a asegurar un buen estado de hidratación, es barata y fácilmente disponible para todas las familias. El cacao natural es su complemento ideal» puntualiza.

Ninoska Moncada / @ninoskamci

Con información de ABC

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