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El gobierno francés anunció el pasado viernes una serie de medidas para intentar corregir el alza de la mortalidad en carretera, entre las que se cuenta la experimentación con drones para detectar conductores que muestren «conductas de riesgo».
El uso de las pequeñas aeronaves se hará para ver qué conductores irrespetan la distancia de seguridad o se adelantan a otros autos de manera peligrosa, anunció el primer ministro francés, Manuel Valls, durante un comité interministerial de seguridad vial.
«Las carreteras de Francia no pueden ser un cementerio», declaró el jefe del ejecutivo, que busca invertir dinero para disminuir la creciente mortalidad vial en ese país, con el objetivo de que el número de fallecidos en accidentes de tránsito en 2020 esté por debajo de las 2.000 personas, frente a los 3.384 de 2014.
Para ello, también incrementará el número de radares fijos, pasando de 4.200 en la actualidad a 4.700 en 2018, así como de los dispositivos móviles, que alcanzarán los 205 para finales de 2016. También se instalarán falsos radares que «permitirán multiplicar por cuatro las zonas de seguridad», se generalizarán los controles para detectar el consumo de estupefacientes y se obligará a las empresas a revelar la identidad de los empleados que cometan infracciones con vehículos de trabajo.
Respecto a las motos, el Gobierno exigirá que se practique un control técnico a los vehículos de dos ruedas que cambien de mano y convertirá en obligatorio el uso de guantes homologados.
EC
Con información de agencias.
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