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Los gobiernos de Colombia y Venezuela se comprometieron el pasado miércoles a buscar soluciones a los problemas que afectan a la frontera de ambos países, en medio de una crisis que empezó la semana pasada y en el marco de la cual han sido deportados más de 1.000 colombianos.

El compromiso fue anunciado en la ciudad colombiana de Cartagena de Indias tras una reunión encabezada por las ministras de Relaciones Exteriores de Colombia y de Venezuela, María Ángela Holguín y Delcy Rodríguez, respectivamente.

Las ministras acordaron coordinar nuevas reuniones entre funcionarios de distintas áreas, aunque no se informó de momento cuándo será reabierta la frontera.

La crisis empezó hace una semana, cuando tres militares de Venezuela resultaron heridos en territorio de su país en un ataque armado.

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ordenó entonces el cierre de la frontera por tiempo indefinido y decretó el estado de excepción en Táchira, provincia que limita con el departamento colombiano de Norte de Santander, y justificó las medidas con el argumento de que erradicará el contrabando y a las bandas armadas que operan en esa zona.

Varios de los deportados han denunciado que sus casas fueron marcadas con la letra «D» y luego demolidas con maquinaria pesada por haber sido construidas sin autorización en invasiones del municipio de San Antonio, en Táchira.

Holguín dijo que la reunión fue «una de las más francas y realistas que se han tenido en mucho tiempo», pues se habló de temas de fondo y se acordó estrechar la cooperación.

La ministra dijo que las delegaciones conversaron sobre fenómenos que afectan a la frontera como el contrabando de combustible y de otros productos, la presencia de bandas armadas, el narcotráfico y el diferencial cambiario de las monedas locales.

En ese sentido indicó que los ministros y funcionarios de los sectores de defensa, de economía y de energía se reunirán para abordar esos temas.

Por su parte, la canciller Rodríguez también destacó el resultado de la reunión y aseguró que las denuncias de maltrato hechas por algunos deportados obedecen a una «manipulación mediática».

«Hay una manipulación mediática que ha mentido sobre supuestas agresiones a ciudadanos colombianos. Hemos podido desmontar una a una cada una de las mentiras irresponsables», declaró Rodríguez.

El presidente colombiano Juan Manuel Santos, que visitó a los deportados en Cúcuta, la capital de Norte de Santander, le dijo a Maduro que los problemas que afectan a Venezuela se originan allí y no en Colombia.

Maduro ha asegurado que la proliferación del contrabando y la presencia de bandas armadas en la frontera obedecen a la falta de colaboración de las autoridades colombianas.

El mandatario venezolano asegura que más de cinco millones de colombianos que viven en Venezuela se establecieron allí por la pobreza y la violencia en su país, aunque el gobierno de Colombia advierte que el fenómeno de la migración se presentó en los años 60 y 70, principalmente, y que en los últimos tiempos muchos han regresado por la diferencia económica entre los dos países.

«Los problemas de Venezuela son hechos en Venezuela, no son hechos en Colombia o en otras partes del mundo», dijo Santos.

Al hablar sobre diferencias y los resultados de los modelos económicos de los dos países, Santos aseguró que las cifras son favorables a Colombia.

«Los resultados hablan por sí solos (…) El año pasado Colombia fue el país que más creció en América Latina entre las economías medias y grandes. Este año, a pesar de que el promedio de América Latina va a ser del orden del 0,5 por ciento, vamos a crecer nosotros entre 3,0 y 3,5. Venezuela va a decrecer 7,0 por ciento» señaló.

Sobre el tema del abastecimiento de productos de primera necesidad, Santos comparó lo que ocurre en Venezuela con lo que pasa en Afganistán o Siria.

En medio de las tensiones, el procurador general de Colombia, Alejandro Ordóñez, dijo que está recopilando información para presentar una denuncia contra el gobierno de Venezuela ante la Corte Penal Internacional (CPI) por los métodos utilizados para expulsar a colombianos indocumentados, que definió como una «persecución nazi».

Por su parte, el ex presidente colombiano y ex secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA) César Gaviria dijo que la actitud contra los deportados es «fascista».

AG

Con información de dpa.

Fotografía REUTERS/Manuel Pedraza.

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