Ofician misa en las calles de Nicaragua tras restricciones policiales contra la Iglesia

DOBLE LLAVE – Un grupo de feligreses del municipio de Ciudad Darío, en el norte de Nicaragua, participó en una misa el martes 16 de agosto en la calle, frente a la parroquia Santa Lucía, puesto que la Policía Nacional tiene retenido en el templo a sus sacerdotes, en medio de tensiones entre la Iglesia católica y el gobierno del presidente Daniel Ortega.

El presbítero Sebastián López salió al atrio de la parroquia Santa Lucía, y desde ahí ofició la misa a los fieles, quienes se encontraban en la calle, separados por el portón de la sede eclesiástica. Los católicos recibieron la hostia estirando sus dedos a través de la malla que rodea el templo, bajo la vigilancia policial.

Al finalizar la misa, los católicos permanecieron frente al templo, gritando consignas de apoyo a unas siete personas que se mantienen retenidas, incluyendo al sacerdote Vicente Martínez. «¡No está solo, el pueblo está aquí con usted! ¡Todo nos quitarán, menos nuestra fe!», gritaron.

Con esta parroquia, sería cuatro feligresías de la Diócesis de Matagalpa que se sumaron a denunciar algún tipo de restricciones desde que el obispo de dicha jurisdicción, Rolando Álvarez, fue retenido en el Palacio Episcopal por la Policía nicaragüense, que lo acusó de supuestamente intentar organizar «grupos violentos».

Además, el templo Sagrado Corazón de Jesús, también de Ciudad Darío, denunció que desde el lunes sufre «asedio y persecución» con agentes que mantienen rodeado el lugar.

En la víspera, la Diócesis de Siuna denunció la captura del padre Oscar Benavidez, de la parroquia Espíritu Santo, en manos de la Policía nicaragüense.

Mientras que los sacerdotes de los municipios de Terrabona y El Tuma-La Dalia, también de la Diócesis de Matagalpa, denunciaron que les habían restringido sus actividades religiosas, para que estas fueran celebradas únicamente en el interior de sus parroquias.

Las retenciones y restricciones para la Iglesia católica en Nicaragua forman parte del más reciente capítulo de una serie de desencuentros que lleva años, entre esta religión cristiana y Ortega.