DOBLE LLAVE – La reducción de los niveles de inseguridad alimentaria moderada o grave en América Latina y el Caribe, la única región del mundo que logró bajarlos entre 2022 y 2023, es una «señal esperanzadora» que se debe analizar los próximos años, pero que en contraposición no se desacelera por igual, dijo en una entrevista a EFE el representante regional de la FAO, el uruguayo Mario Lubetkin.
Entre 2022 y 2023, Latinoamérica redujo los niveles de inseguridad alimentaria moderada o grave al pasar del 31,4 % al 28,2 % de la población afectada, lo que aún equivale a 187,6 millones de personas, según las Naciones Unidas.
Latinoamérica, además, presentó una caída de la inseguridad alimentaria grave – aquellos que no comen en un día o más – del 11 % al 8,7 %, lo que equivale a 14 millones de personas menos en esa situación.
Esas cifras están recogidas en el informe anual sobre ‘El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo’ presentado en julio en Brasil, coincidiendo con las reuniones ministeriales del G20 – un hecho que Lubetkin destaca- , y elaborado por cinco agencias de la ONU (FAO, FIDA, OMS, PMA y Unicef).
Tres «subregiones» desiguales
«Por un lado, la señal, si bien es positiva porque el problema es grave, (también es) de alarma el hecho de que si ves los números de la región, te aparecen tres regiones», alerta Lubetkin, que señala que esa división corresponde a la geografía de la región, sur, centro y Caribe.
El informe de la ONU reveló además que la hambruna afectaba específicamente al 5,2 % de la población de América del Sur, al 5,8 % en Mesoamérica y al 17,2 % en el Caribe.
Objetivos de la FAO
A juicio de Lubetkin, si los países «no cambian los ritmos de inversión» y de «profundización de la política hacia la seguridad alimenticia y nutricional, no se llega» al Objetivo de Desarrollo Sostenible de «hambre cero» en 2030, pero a su vez aplaude que las naciones se «están poniendo las pilas» para mejorar esos niveles de hambruna.
«Sin duda van en la dirección positiva, (pero) se va a ritmo muy lento. Y por este camino, claramente, ni América Latina ni menos el mundo llegará en el 2030 a ‘Hambre Cero y pobreza cero’, si no hay una aceleración«, apunta.
Los niveles de hambre se mantuvieron preocupantemente altos en 2023 por tercer año consecutivo, con alrededor de 733 millones de personas subalimentadas de forma crónica en todo el mundo, según ese estudio.
De interés: FAO: Alimentos acuáticos son claves para erradicar el hambre
DOBLE LLAVE
Con información de EFE Servicios
Fuente de imagen referencial: EFE/Bienvenido Velasco
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