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Para emprender no solo es importante tener buenas ideas, conocimientos sobre ventas, administración y mercadotecnia, sino también ser firme moral y emocionalmente para lograr un equilibrio sentimental, intelectual y familiar mientras se está al frente de un negocio.
Para evolucionar de empleado a emprendedor y, posteriormente, a empresario hay que tomar en cuenta que el entorno se opondrá y lo más difícil siempre será salir de la zona de confort. Las críticas siempre estarán presentes, representando uno de los principales retos externos que debe enfrentar el emprendedor.
¿Qué no se debe hacer?
Entre los errores más frecuentes al momento de iniciar un negocio es dejarse llevar por las emociones.
La mala actitud, por ejemplo, hace que la persona no se sienta segura sobre el futuro de su negocio, se siente pequeña ante su competencia y sus acciones serán de corto alcance. La falta de disciplina y enfoque forman al emprendedor dentro del desorden, generando resultados pobres.
Antes de iniciar el proyecto considera la realidad
El tiempo invertido es valioso, aunque se deban sacrificar ciertas costumbres cotidianas y pasatiempos. Es importante ser el dueño del negocio y no un esclavo de él. Se debe tener claro un plan de trabajo real, medible y alcanzable. De esta manera, se puede improvisar con las herramientas que se tienen a la mano sin estar «a la deriva».
La inversión para entrenar al empresario debe ser fundamental, el dueño debe prepararse para hacer crecer su negocio.
El emprendedor debe desarrollar una estrategia de crecimiento en función a los clientes, siendo el más importante su cliente interno, es decir, él mismo. Para definirlo se debe tener claro los siguientes puntos:
- ¿Qué quiero?
- ¿Qué debo hacer para lograrlo?
- ¿Qué estoy dispuesto a “pagar” para alcanzar mis objetivos de negocio?
- ¿Qué no estoy dispuesto a hacer?
- Debemos ser humanos, aceptar que nos podemos equivocar. Es necesario aprender a delegar teniendo claro a dónde se quiere llegar, tener objetivos claros y marcar los puntos de control.
Evaluación
Cuando haya iniciado el camino, hacer seguimiento al trabajo y las metas trazadas siempre ayudarán a la reinvención y las nuevas propuestas de crecimiento, personales y colectivas en el equipo de trabajo, tomando en cuenta los errores y aciertos que hayan permitido el posicionamiento de la empresa.
La firmeza moral y emocional permite lograr un equilibrio sentimental e intelectual.
Natasha Guevara
Con información de SoyEntrepreneur.
Fotografías Gettyimages.
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