Los puestos de comidas o aplicaciones estéticas en espacios abiertos, son un vehículo para graves infecciones y bacterias
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DOBLE LLAVE –  La situación económica venezolana, ha llevado a la población a considerar otras opciones en diferentes aspectos que impliquen un menor costo. Realizar trabajos alternativos que se fundamentan en puestos de comida improvisados y aplicaciones estéticas poco higiénicas, son la elección más usual.

Es común, visualizar en diferentes calles venezolanas un sinfín de puestos ambulantes de comida como el típico perrero; sin embargo, el incremento de estos locales improvisados ha sido notable y la causa, es buscar una entrada adicional de dinero.

Al ser improvisados, estos puestos pueden ubicarse en cualquier lugar que el espacio de la calle les permita, convirtiéndose así, en el primer factor para dar pie a un nuevo hogar para bacterias e infecciones.

Comer en un zoológico de bacterias

Por cuestiones de tiempo y economía, las persones suelen exponerse a millones de bacterias e infecciones cuando la hora de comer los lleva a un puesto de comida callejero.

El equipo de redacción de DOBLE LLAVE, conversó con el doctor experto en infectología, Miguel Morales quien explicó que a corto o largo plazo las consecuencias de alimentarse en este tipo de lugares forma una bomba de tiempo en el organismo que puede ser mortal.

Morales, aseguró que es importante conocer que este tipo de “locales” no cuentan con las medidas sanitarias necesarias debido a su ubicación y modo en el que operan.

El lugar es un factor de suma importancia ya que, en ocasiones, los puestos están ubicados cerca de basureros. Además, los operadores no cuentan con los recursos higiénicos necesarios como por ejemplo el agua  y, debido a esto, suelen a reutilizarla durante toda la jornada creando un banco de bacterias que viajan hasta la comida que venden.

Los puestos de comidas no son el único riesgo en la calle en el campo alimenticio, con la situación de escasez que vive el país, se ha multiplicado el número de vendedores de productos básicos como la harina, el café o el azúcar. Morales, explicó que comprar estos “alimentos” representan un riesgo ya que su procedencia es dudosa pues no se trata de un producto proveniente de una red legal de distribución.

“Para verse bella hay que ver estrellas”

Durante los últimos años, se ha visto un fenómeno en el país que implica la aplicación de procedimientos estéticos en la calle o cualquier lugar no apto para ser realizado. Ejemplos claros, son la aplicación de ortodoncias en un boulevard, el tatuarse en una estación de tren, la colocación de piercings o hasta una cirugía estética en el cuarto de una casa.

El experto en infectología, explicó que este tipo de procedimientos son sumamente arriesgados debido a las infecciones que pueden provocar, esto incluyendo la transmisión de virus como el VIH o la Hepatitis B.

Morales, indicó que la utilización de utensilios, en el caso de la calle, es delicado porque no son esterilizados correctamente y de esta manera exponen al “paciente” o usuario. “El tipo de bacterias que se transmiten son infinitas”, expresó el facultativo insistiendo en la falta de salubridad en este tipo de procedimientos.

Asimismo, son igual de peligrosos los procedimientos estéticos como la mamoplastia. Morales, explicó que por buscar la economía personas han fallecido sometiéndose a operaciones con inexpertos que no cumplen con las normas básicas de sanidad.

Implicaciones legales y prevención

El Servicio Autonomo de Contraloría Sanitaria, es el ente encargado supervisar y emitir los permisos para la venta de alimentos y la aplicación de procedimientos estéticos. Morales, quien conoce del área, expuso que actualmente el volumen de este tipo de operaciones se ha incrementado tanto que el ente simplemente no abarca la demanda para llevar un control de salubridad correcto.

Si una persona afectada quiere denunciar alguna infección por algún alimento o algún procedimiento mal hecho, el ente tiene la potestad de cerrar el lugar o tomar acciones legales contra el operador.

Morales, hace un llamado a la prevención. “El primer paso es conocer el riesgo y evitarlo”, expresó el experto quien recalcó que la solución es no contribuir con la venta o procesos ilegales y evitar riesgos que puedan ser mortales.

Katriz Luna

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