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Shanghai registró este martes los peores niveles de contaminación del aire en dos años; en consecuencia, las autoridades de la ciudad del este de China subieron la alerta a amarilla, la segunda más alta.
Las fábricas recibieron la orden de suspender la producción y se cancelaron las actividades al aire libre de las escuelas. Hace una semana Pekín declaró por primera vez en la historia la alerta roja por contaminación.
Las mediciones realizadas por la embajada estadounidense para conocer la suciedad del aire en Shanghai ascendieron a 300, una cifra 12 veces superior a lo máximo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El índice de contaminación oficial del aire de la ciudad alcanzó también los 300 puntos, valor considerado como «muy sucio«.
Los 15 millones de habitantes de la ciudad intentaron protegerse utilizando máscaras. Debido a la mala calidad del aire y los cambios meteorológicos, la cifra de pacientes con enfermedades respiratorias ascendió desde noviembre un promedio de un 30 por ciento.
LS
Con información de dpa.
Fotografía REUTERS/Aly Song.
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