“El Pollo” Carvajal supuestamente cambiaba de escondite trimestralmente y recurría a cirugías y disfraces para ocultarse

DOBLE LLAVE – Hugo Armando Carvajal Barrios, el exgeneral de los servicios secretos venezolanos conocido como “El Pollo” Carvajal, cambiaba de escondite cada tres meses hasta su detención este jueves 9 de septiembre en Madrid; al parecer recurría a cirugía estética y a elementos de disfraz para ocultarse durante los casi dos años que estuvo prófugo de la Justicia evitando su extradición a Estados Unidos.

En el momento de la entrada al domicilio con puerta blindada, el fugitivo fue encontrado en la última habitación de la casa, donde se había encerrado en un intento desesperado de evitar la detención policial. La operación fue ejecutada por los agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP) estos le quitaron un cuchillo afilado que el aprehendido portaba, posteriormente fue neutralizado y engrilletado.

Los funcionarios de seguridad constataron que «consortes» le daban cobertura realizando compras y recados para él. Además, Carvajal reconoció que el único momento que salió al exterior en todo este tiempo era a la terraza de la vivienda, pero estrictamente en horario nocturno y disfrazado.

Cambió su apariencia

Conjuntamente se tuvo constancia de que el delincuente se sometió a varias operaciones de cirugía estética para modificar su apariencia. Igualmente, estuvo usando todo tipo de elementos de disfraz para ocultarse mejor, entre los que se detectaron bigotes, barba y pelucas postizas, igualmente utensilios adhesivos para su fijación, utilizados también para figurar en la imagen de los pasaportes falsos que iba obteniendo.

Agentes de la Policía Nacional, en estrecha colaboración con la Agencia Antidroga Norteamericana (DEA) detuvieron al venezolano, quien tenía en vigor una reclamación judicial emitida por la Audiencia Nacional. Por ahora, Carvajal está a disposición de la autoridad judicial reclamante.

El solicitado reconoció que permaneció en España en todo momento, y que desde su fuga, hace ya casi dos años, cambiaba cada tres meses de escondite, utilizando domicilios diferentes en los que vivía completamente encerrado y atemorizado por la difusión pública de su imagen.