Corazón
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DOBLE LLAVE – De acuerdo con la doctora egresada de la Universidad Central de Venezuela, Oriana Villafañe, en el vibrante escenario de la vida, cada latido del corazón es una nota esencial en la sinfonía de la existencia y en un mundo afectado por el cambio climático, las olas de calor se han convertido en una realidad cada vez más frecuente y desafiante.

Estos eventos extremos no solo nos instan a repensar nuestro impacto en el medio ambiente, sino también a considerar cómo afectan nuestra salud, especialmente aquellos que luchan contra la hipertensión arterial. En esta travesía, es crucial entender que una buena salud no garantiza una tolerancia sencilla a las fluctuaciones térmicas; por el contrario, cada individuo responde de manera única a las condiciones extremas.

Villafañe, médico cirujano invita a practicar una danza crucial, la cual consiste en cumplir con el tratamiento antihipertensivo. No es solo una melodía médica, representa un baile que puede marcar la diferencia entre la salud vibrante y el silencio amenazante.

Para la doctora, los altibajos de la presión arterial son los actores principales, y su descontrol puede convertirse en un problema preocupante, admite que en los últimos años se ha observado un aumento del número, la magnitud y la duración de las olas de calor en el mundo debido al cambio climático, no obstante, una persona con buena salud puede tolerar fácilmente un aumento o disminución moderado de las temperaturas si sigue las instrucciones adecuadas.

Para aquellos que enfrentan la hipertensión, esta adaptabilidad se convierte en un factor crucial para mantener la salud cardiovascular. Frente a este desafío, las recomendaciones se erigen como guardianes de nuestro bienestar. La adherencia al tratamiento, la hidratación constante y la elección de la vestimenta adecuada son pilares fundamentales para salvaguardar nuestro corazón en tiempos de altas temperaturas.

Recomendaciones básicas para hipertensos: cuidados esenciales para el corazón

  • Uso regular de medicamentos: La disciplina en la toma de medicamentos es vital. Colocar alarmas puede convertirse en aliado para recordar dosis y horarios, asegurando una gestión efectiva de la hipertensión.
  • Hidratación constante: Enfrentar las altas temperaturas demanda una hidratación constante. Para pacientes hipertensos, el consumo de al menos dos litros de agua al día se vuelve aún más relevante, considerando la diuresis aumentada por ciertos medicamentos.
  • Elección de ropa adecuada: La vestimenta fresca no solo proporciona confort, sino que también contribuye a compensar las pérdidas de líquidos por sudoración, un aspecto crítico en días de calor extremo.
  • Evitar exposición prolongada al sol: El horario entre las 12:00 del mediodía y las 4:00 de la tarde es especialmente delicado. Reducir la exposición al sol durante este periodo minimiza riesgos para la salud cardiovascular.
  • Dieta equilibrada y saludable: La alimentación desempeña un papel fundamental. Incorporar frutas y reducir la ingesta de sal contribuye a mantener una presión arterial controlada.

Concientización y cuidado constante

Es esencial comprender que, aunque los vasos sanguíneos se dilaten para ayudar a disipar el calor, la vigilancia sobre la hipertensión no puede desvanecerse. Por el contrario, en días de calor, la atención debe intensificarse.

La prevención y el autocuidado se convierten en aliados indispensables para mantener la estabilidad cardiovascular.

¿Cómo inciden las altas temperaturas en la salud?

Durante las horas de la tarde, los vasos sanguíneos se dilatan para facilitar la disipación del calor corporal. Aunque este proceso natural lleva a una disminución aparente de la presión arterial, no debe interpretarse como una exención de cuidados. Por el contrario, es en este momento cuando la precaución debe ser más aguda.

Sostiene que la combinación de la dilatación de los vasos sanguíneos y las altas temperaturas puede generar un aumento en la pérdida de líquidos a través de la sudoración.

Para quienes siguen tratamientos hipertensivos que impactan en la diuresis, este incremento en la pérdida de líquidos puede desencadenar desequilibrios y comprometer la estabilidad cardiovascular.

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Gabriel Velásquez

Fuente de imagen referencial: Unsplash/Towfiqu Barbhuiya

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