La composición de las plantas cambia porque algunas se debilitan y son desplazadas, mientras que otras especies mueren, resisten o se vuelven predominantes
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DOBLE LLAVE – El ecólogo del Centro de Investigación Forestal y Aplicaciones Ecológicas (CREAF), Josep Peñuelas, advirtió mediante un estudio que la contaminación por ozono en la atmósfera va en aumento y para el año 2100 dejará daños en la biodiversidad mundial, especialmente en la cuenca del Mediterráneo, el sur de Asia y África ecuatorial.

Existen dos tipos de ozono: el que forma la capa de ozono en la estratosfera que se genera de forma natural y es beneficioso; y el ozono troposférico, que está en la baja atmósfera y es considerado como un contaminante secundario por producir gases precursores como los óxidos de nitrógeno.

Los resultados demostraron que cada planta tiene una tolerancia diferente a este gas y que cuando una zona se expone a altas concentraciones de ozono la composición de las plantas cambia porque algunas se debilitan y son desplazadas, mientras que otras especies mueren, resisten o se vuelven predominantes.

Biodiversidad de la Tierra puede verse afectada por la contaminación con ozono

De esta forma, el estudio pudo establecer que, las plantas en general sufren cambios en la química de sus hojas, en los compuestos olorosos que segregan, así como en su crecimiento, vigorosidad y en su valor nutricional, entre otros.

En ese sentido, los investigadores explicaron que estos cambios provocan consecuencias en cascada para los insectos y la vida bajo tierra, que dependen de estas “fragancias” para comunicarse y que necesitan vegetación con una buena calidad nutricional para alimentarse o reproducirse.

Asimismo, el estudio pudo comprobar que una concentración de ozono elevada empobrece las comunidades de microorganismos que viven bajo tierra, lo cual perjudica el reciclaje de nutrientes, la retroalimentación entre el suelo y las plantas y los ciclos globales del carbono o del nitrógeno.

El estudio presenta unos resultados inéditos que concluyen que en 2100 las zonas del mundo con más endemismos, como la costa de la India, el Himalaya, el sur de Asia y Japón, serán las zonas que más sufrirán los efectos de este contaminante oxidante en su biodiversidad.

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Gabriela Morales

Con información de agencias de noticias y otros medios internacionales

 

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