DOBLE LLAVE – El sábado 1 de mayo el oficialismo de El Salvador tomó el orden de la Asamblea Legislativa y su primera acción fue votar para destituir a los magistrados de la Sala Constitucional del Supremo y al fiscal general, Raúl Melara.
Durante el último año, el presidente Nayib Bukele tuvo enfrentamientos en más de una ocasión con estos funcionarios por decisiones judiciales e investigaciones del Ministerio Público. Ante las reacciones de representantes de gobiernos de otros países, Bukele señaló a través de su cuenta en Twitter que “estamos limpiando la casa”.
En otra publicación, el mandatario expresó que “a nuestros amigos de la comunidad internacional: Queremos trabajar con ustedes, comerciar, viajar, conocernos y ayudar en lo que podamos. Nuestras puertas están más abiertas que nunca. Pero con todo respeto: Estamos limpiando nuestra casa y eso no es de su incumbencia”.
De los 84 miembros que conforman la Asamblea Legislativa, al menos 68 funcionarios votaron a favor por la destitución de los magistrados y del Fiscal, que fueron electos por anteriores legislaturas.
Sin embargo, analistas y defensores de derechos humanos advirtieron que, “con la destitución de los magistrados constitucionales, el país se queda sin contrapesos para controlar las acciones del Gobierno y de la Asamblea Legislativa”.
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Rubén Vásquez
Con información de medios internacionales y agencias
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