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Representantes del oficialismo y del Congreso admiten que la crisis política que sacude a Brasil entorpece la implementación de medidas económicas tendentes a revertir la recesión en la que se encuentra el país.
En la Cámara de Diputados, donde se dio el primer paso del proceso que puede resultar en la destitución de la presidenta Dilma Rousseff, dominan las discusiones en torno a ese tema, en perjuicio del análisis de medidas económicas.
Según afirmó el presidente de la Cámara Baja, Eduardo Cunha, las principales medidas propuestas por el Ejecutivo, como las reformas de la Seguridad Social y del sistema tributario, serán votadas «solo después del impeachment«.
«Estas medidas necesitan de negociación, y nadie va a querer negociar con un Gobierno bajo riesgo de caer en poco tiempo», afirmó el legislador, citado por el rotativo.
También el ministro de Hacienda, Nelson Barbosa, admitió que la «mayor dificultad» al día de hoy «es tener consenso político para trazar una estrategia de recuperación” en materia económica.
En el Senado la situación es similar: la apertura o no de un juicio político a Rousseff ha relegado la discusión de temas económicos. Es en manos del Senado quedará la decisión sobre el juicio político contra Rousseff, en caso de que la Cámara Baja vote a favor de la continuidad del proceso.
Samuel Bello
Con información de dpa.
Fotografía REUTERS/Roosevelt Cassio.
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