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Una tormenta de arena sin precedentes que dura ya tres días obligó este miércoles a cerrar las escuelas e instituciones públicas en Líbano, mientras Egipto cerró el tráfico en cuatro puertos del Mar Rojo.
La tormenta dejó ya cuatro muertos en Líbano, mientras unas dos mil personas tuvieron que acudir a los hospitales por problemas respiratorios. Los fallecidos, entre ellos un niño, procedían del este y norte del país, las regiones más golpeadas.
El primer ministro, Tammam Salam, anunció el cierre de las instituciones públicas, mientas el ministro de Educación, Elias Bou Saab, ordenó el cierre de todas las escuelas privadas.
En Siria, seis personas, entre ellas dos niños, murieron el martes por las tormentas, que según los expertos se originaron en los desiertos del noreste del país. Cientos de personas también necesitaron atención médica.
En Israel las autoridades llamaron a todas las personas mayores, enfermos y embarazadas a permanecer en sus casas y a la población en su conjunto a evitar el esfuerzo físico.
En Egipto las autoridades cerraron este miércoles cuatro puertos en el Mar Rojo porque la visibilidad era menor a los 1,5 kilómetros. En El Cairo un fino polvo cubría la ciudad.
LS
Con información de dpa.
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