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Este lunes víctimas de un sacerdote pederasta en Francia pidieron al papa Francisco una audiencia privada para conocer el procedimiento contra el Cardenal de Lyon, Philippe Barbarin, a quien se le acusa de no haber denunciado las acciones abusivas del sacerdote Bernard Preynat contra un grupo de scouts de esa ciudad entre 1986 y 1991.
Con el fin de poder comprender «cómo un hombre pudo perpetrar actos abominables contra niños sin que su jerarquía reaccionara para evitar que hubiera otras víctimas, ni diera cuenta a la justicia», denuncia la misiva enviada por los afectados.
Bertrand Virieux, miembro de la asociación de víctimas, insistió en no tener confianza sobre la diócesis, por lo que apelan a la ayuda del máximo dirigente de la Iglesia Católica. «A nosotros no nos corresponde pedir la dimisión del cardenal Barbarin, sino al papa decidir al respecto», aseguró.
Preynat fue inculpado el pasado 27 de enero luego de conocerse los hechos. Sin embargo, la diócesis fue duramente criticada por «omertà«, la ley del silencio que prohíbe informar sobre los delitos donde una persona incriminada prefiere permanecer en silencio por miedo de represalias o para proteger a otros culpables. Se presume que el sacerdote fue incubierto por 25 años.
Por esta razón se presentó una demanda judicial contra varios jerarcas de la diócesis. La justicia francesa abrió a principios de marzo una investigación por «no denuncia» y «puesta en peligro de la vida de otros«.
Barbarin, arzobispo de Lyon desde 2002, argumentó que él no tenía responsabilidades en la época de los hechos y que solo recibió informaciones sobre «rumores» en 2007.
Natasha Guevara
Con información de ElComercio.
Fotografía REUTERS/Osservatore Romano
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