Toma previsiones sobre los posibles costes médicos que puede tener una eventualidad dentro de un salón de clases
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DOBLE LLAVE – Se acerca el inicio de un nuevo año escolar. Por un lado los padres y representantes se encuentran en el esfuerzo que supone la adquisición de textos, útiles y uniformes; mientras que por el otro lado, dueños y directores se dedican a mantener la estructura física de colegios y escuelas, pintar paredes, reparar puertas y baños, mesas, estantes y pupitres, todos elementos imprescindibles en el desarrollo de las actividades propias de una escuela o colegio. Sin embargo, hay algo en lo cual parece que ni siquiera las autoridades insisten: el seguro escolar.

Es bien sabido que toda institución escolar – sus directivos y docentes – son responsables de la integridad física de quienes asisten regularmente a recibir clases. Y los involucrados deberían reflexionar acerca de la cantidad de riesgos a los que están sometidos los alumnos; caídas con fracturas en brazos y piernas, golpes o mutilaciones producidas por puertas o ventanas cerradas violentamente, heridas con objetos punzantes de vidrio, metal o madera (tijeras, lápices, vasos, termos, etc. ), pelotazos, entre otros.

Imagine mi estimado lector la siguiente escena de cualquier colegio venezolano: una caída violenta produce un golpe que ocasiona un intenso dolor en el antebrazo de un alumno; el director o directora llama a los padres y de inmediato acude a la clínica más cercana; luego de practicarle unos rayos X se diagnostica al afectado con una fractura no desplazada del cúbito a nivel de la muñeca y se indica tratamiento con férula durante 8 semanas, analgésicos y antiinflamatorios y posteriormente rehabilitación con un fisiatra. Cabe hacerse la siguiente pregunta: ¿Quién asume los gastos incurridos? ¿Y si hubiera sido más grave la lesión? ¿Y si se requiere una cirugía?

En el mercado asegurador venezolano existen propuestas como la llamada Póliza de Seguro de Accidentes Personales Escolares con la cual la institución educativa, mediante el pago de una suma muy económica, se ampara ante esa circunstancia. Puede decirse que es una cobertura dirigida al sector escolar que ofrece tranquilidad, tanto a directivos y padres, como a docentes y alumnos, pues brinda asistencia en caso de hechos fortuitos hasta por las coberturas contratadas, sin deducible y en algunos casos con claves de emergencia a fin de agilizar los procesos de entrada y salida del centro médico.

Sea precavido y ampare su futuro. Gracias por leerme. Feliz día.

Especial para DOBLE LLAVE

Joaquín Valenzuela

Corredor de Seguros SAA No. CS – 8022

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Fotografía Gettyimages

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