DOBLE LLAVE – No acostumbramos en este medio de noticias publicar artículos de opinión. Sin embargo, hay algunos que por su pertinencia, así como por la vigencia de la noticia a la cual se refieren, son de merecida consideración, especialmente si su autoría corresponde a voces y personajes que orientan. Este es el caso de Vladimir Gessen y su reciente publicación en Informe21.
Durante décadas ejercí la política, la diplomacia, y la psicología … medio siglo. Como ministro del gabinete presidencial de Venezuela, como parlamentario y como embajador de mi país aprendí algunas cosas de estos oficios. Lo que hizo Armando Benedetti, el embajador enviado por el presidente Gustavo Petro, insultando a un venezolano, merece después de reflexionarlo, el presente comentario
Si un embajador le dijera ‘pendejo’ al líder de la oposición de Francia, o de España, o al jefe del ‘gabinete de sombra’ (opositor) de los sistemas Westminster como en Inglaterra, sería un desastre. Cuando tuve el honor de ser embajador de Venezuela en Canadá, si hubiera llamado ‘pendejo’ al jefe de la oposición canadiense con toda certeza la cancillería de ese país muy probablemente me declararía persona ‘non grata’ y me darían un tiempo corto para salir del país. Me imagino que el presidente de Venezuela me hubiera llamado y me diría: «Gessen, eso le pasó por pendejo».
En el caso del ‘pendejo’ embajador, eso no ocurre. El gobierno venezolano debió mínimo presentar una nota de protesta a Colombia. Pero, claro no podemos esperar que eso ocurra cuando más de la mitad de los venezolanos son desconocidos por quienes detentan el poder actualmente, y mientras tengamos a un ‘pendejo’ embajador de Colombia para solo una parte de Venezuela.
‘Pendejo’ diplomático que, por cierto, estará de acuerdo en que quien se reúne con «tontos, estúpidos y pusilánimes» que es el significado de esa palabra mencionada, es también un ‘pendejo’. Así, los presidentes de Francia y España como Emmanuel Macrón y Pedro Sánchez, o el expresidente Trump, que se reunieron con Juan Guaidó, deben ser unos ‘pendejos’ igualmente.
También, los expresidentes colombianos que se reunieron con él. El Congreso de los Estados Unidos que por unanimidad y en solemne acto aclamó a Guaido, conformado por cientos de parlamentarios que deben ser unos ‘pendejos’ asimismo.
Igual, lo son todos los diputados del Parlamento Europeo, y de tantos países del mundo, incluido el Congreso colombiano. Y qué decir de los 60 países que reconocen a Guaidó como presidente de Venezuela o como líder de la oposición… Pues, pendejos también. Y ¿del gobierno inglés y su poder judicial que reconoce que el oro de Venezuela depositado en sus bancos (miles de millones) debe ser administrado por ese ‘pendejo’?…
Se puede no estar de acuerdo con Juan Guaidó, pero el ‘pendejo’ embajador, desconociendo la valentía de ser opositor en Venezuela, ignorando todas las veces que Juan Guaidó ha estado en peligro real de muerte o de ser atentado, y de que fue electo por el pueblo de Venezuela, lo cual hace a sus votantes y seguidores también detentadores de ese insulto, cometió el error de su vida, por el que siempre será recordado ignominiosamente.
Sin olvidar que debe ser muy ‘pendejo’ quien lo nombró embajador y quien aún no repara el craso error.
Tomado de Informe 21
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