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DOBLE LLAVE – La compañía australiana Aubot ha desarrollado uno de los proyectos que esperaban llevar al público lo más pronto posible. Teleport, un robot de telepresencia controlado por el cerebro, diseñado especialmente para personas con discapacidades motoras severas, busca que estas puedan ver el mundo e interactuar con otras personas sin necesidad de moverse.
El robot se compone por una base motorizada con ruedas equipada con sensores ultrasónicos que tienen la capacidad de sortear los obstáculos para evitar las colisiones, así como una lente gran angular para ofrecer un mayor campo de visión al usuario.
La base cuenta con un brazo extensible que tiene en la cúspide una tablet con una pantalla táctil con Android. El poste retráctil mide 110 cm en su posición más comprimida, pero puede llegar hasta los 170 cm en caso necesario.
Interfaz no invasiva
A diferencia de algunos otros robots de telepresencia, este se controla mediante una interfaz cerebro-ordenador que no es invasiva. Esto quiere decir que no es necesario que el paciente sea llevado a cirugía para poder manejar el dispositivo con la mente. El dispositivo Mindwave (un auricular de electroencefalografía) será el encargado de mover el robot. Se coloca en la cabeza como una diadema y es de fácil adquisición.
El usuario debe parpadear para seleccionar la dirección y concentrar sus pensamientos pasando de un umbral determinado para que se desplace. Si se quiere detener, basta con un parpadeo múltiple de los ojos, aunque también se pueden utilizar otras herramientas, como un dispositivo en la boca, para cesar el movimiento.
«La idea es que una persona con discapacidad pueda utilizarlo para acompañarlo y abrir las puertas, coger bebidas de la nevera o alimentarse por sí misma en la mesa», explica Marita Cheng, fundadora de Aubot.
Teleport ya está disponible en el mercado y se vende en Australia a un precio de 3.800 dólares australianos. También se podrá comprar próximamente en Estados Unidos.
Ninoska Moncada
Con información de msn
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