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DOBLE LLAVE – El secretario de Benedicto XVI, Georg Gänswein, negó que exista un dossier fantasma sobre la desaparición de Emanuela Orlandi.
La adolescente de 15 años, hija de un empleado laico del Vaticano, desapareció en 1983. Su caso acaba de ser reabierto por el Vaticano.
Esta información fue sacada del libro «Nada más que la verdad. Mi vida junto a Benedicto XVI», escrito por Gänswein.
La obra fue escrita a cuatro manos junto al periodista italiano Saverio Gaeta. El secretario asegura que no existe ningún documento de este tipo en los papeles robados por Paolo Gabriele, el exmayordomo de Benedicto XVI.
Gabriele es el principal protagonista del caso ‘Vatileaks 2‘, la filtración de documentos confidenciales del papa emérito.
«Sencillamente, nunca he recopilado nada en relación con el caso Orlandi, por lo que este expediente fantasma no se ha hecho público simplemente porque no existe», afirmó.
Efecto Netflix
Gänswein considera que el caso tiene «diversas y contradictorias pistas» que nunca llevan «a la definitiva». E insiste en que al indagar sobre el asunto le dejaron claro que «se había hecho todo lo posible para ayudar a la familia«.
El libro ha desatado polémica por observaciones como su confesión de que se quedó «en shock» y se sintió «humillado» cuando en 2020 Francisco le encargó que dejara a un lado sus ocupaciones como prefecto de la Casa Pontificia para dedicarse a cuidar de Benedicto XVI.
En las memorias del secretario de Joseph Ratzinger se dedica un amplio capítulo al misterio de Emanuela Orlandi. En el mismo se desmienten las informaciones que han atribuido a las «instituciones vaticanas» el conocimiento de «secretos relativos a su secuestro».
En el libro, Gänswein detalla cómo el entonces comandante del Cuerpo de Gendarmería del Estado de la Ciudad del Vaticano, Domenico Giani, «consultó también la documentación de la época y llegó a la conclusión de que no se había conservado ninguna información de la magistratura italiana, por lo que no había madurado ninguna hipótesis sobre la que seguir investigando en el Vaticano».
El Vaticano reabrió la investigación sobre la desaparición meses después de exhibirse un nuevo documental de Netflix sobre el tema. Asimismo, semanas atrás, la familia de la joven pidió al Parlamento italiano que se hiciera cargo de la causa.
Según informan diversos medios italianos el promotor de justicia del Vaticano (fiscal), Alessandro Diddi, ha vuelto a abrir diligencias para aclarar las misteriosas circunstancias de la desaparición.
Distintas teorías
La joven desapareció el 22 de junio de 1983 después de salir del apartamento de su familia en la Ciudad del Vaticano para ir a una clase de música en Roma.
Su desaparición ha sido uno de los misterios más mediáticos en Italia del Vaticano. A lo largo de los años se ha relacionado con todo tipo de asuntos.
Algunas hipótesis que no llegaron a ser confirmadas por la Justicia italiana apuntaban a que la joven podía haber sido secuestrada por un grupo extremista turco para pedir la liberación de Ali Agca, el terrorista encarcelado entonces por haber atentado contra el papa Juan Pablo II en 1981.
Otras teorías sugerían que Orlandi fue víctima de una red pedófila en el Vaticano. La Fiscalía de Roma investigó también la presunta relación del caso con la Banda de la Magliana, la organización criminal que sembró el terror en la capital italiana durante los años del plomo.
Tumbas de princesas
En 2018, el Vaticano autorizó la apertura de las tumbas de dos princesas alemanas en el cementerio teutónico, en el marco de la investigación para esclarecer esta desaparición. En 2019, cuando se accedió a ellas y se hizo el examen de las mismas, no se encontraron restos humanos de ningún tipo.
La primera de ellas es la de la princesa Sofía von Hohenlohe, fallecida en 1836. La segunda es la de Carlota Federica de Mecklemburgo, fallecida cuatro años después.
La familia había recibido una carta anónima con una foto de una sepultura y una frase escrita: «Busque donde indica el ángel».
En el cementerio teutónico próximo a la Plaza de San Pedro, se encuentra una estatua de un ángel que sostiene una sábana con el texto en latín ‘Requiescat in pace’ (Descanse en paz), mientras que en la lápida hay una inscripción dedicada a la princesa Sofía y al príncipe Gustavo von Hohenlohe.
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Iván Sandoval
Con información de medios internacionales
Fuente de imagen referencial: Wikipedia
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