DOBLE LLAVE – Según informó el Sindicato de Maestros de El Salvador, entre 2014 y 2016, 29 profesores y 130 estudiantes fueron asesinados. Las cifras que aumentan cada año, dejan a la educación salvadoreña en una situación muy complicada.
Muchos alumnos asisten a clases con armas blancas y de fuego. Y como si fuera poco, a algunos padres de familia se les vincula con pandillas que trafican con sustancias ilegales en los centros educativos.
Según datos de una investigación sobre prevención de drogas y violencia, elaborado por el Ministerio de Educación de ese país, la situación es preocupante. El documento relata cómo directores y maestros de diferentes centros ceden ante las pretensiones y amenazas de las pandillas que dominan las zonas.
La investigación, que se desarrolló en 98 centros educativos de San Salvador, propone incorporar un sistema de delegaciones policiales frente a los centros de mayor peligrosidad. Además, se recomendó la prohibición y restricción de la señal de telefonía celular, ya que estos dispositivos son utilizados para coordinar redes de prostitución, pornografía infantil y distribución de drogas.
El secretario de maestros de Bases magisteriales, Paz Zatino, aseguró que para poner a salvo sus vidas, los alumnos deben realizar una serie de concesiones; por ejemplo, establecer quién habla y quién no dentro de las aulas de clase.
Alejandra Watts
Con información de Revista Semana.
Fotografía Gettyimages
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