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DOBLE LLAVE – Monseñor Claudio Maria Celli, el experimentado diplomático del Vaticano, Presidente emérito del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales y recientemente designado por el Papa Francisco, como su enviado especial en el proceso de diálogo en Venezuela, manifestó sentirse preocupado por la situación del país, según informa el diario La Nación.

Celli, explicó que al llegar a Caracas estableció una reunión con el gobierno y la oposición, donde ambos sectores acordaron instalar cuatro mesas temáticas para facilitar el entendimiento entre las partes.

Asimismo, el enviado especial sostuvo que en la segunda reunión con el presidente venezolano Nicolás Maduro, le manifestó que existen tres pedidos de la oposición venezolana al gobierno y que “hay que dar señales de que el diálogo es el único camino, y que se puede recorrer en este momento”

De igual forma, la autoridad religiosa afirmó que el país suramericano, “está enfrentando una situación muy difícil” en el ámbito social, político y económico.

El diplomático también asegura que “había pedido evitar expresiones violentas y agresivas”  por las constantes agresiones verbales entre ambos bandos pero indica que “el problema es que este tipo de cosas son más fuertes que ellos”

En su entrevista a La Nación, Celli también expresó que su intervención en Venezuela “no es una mediación. La Santa Sede acompaña” y además agregó que el Papa está tomando un riesgo muy grande “porque el diálogo puede fracasar en cualquier momento”

Sin embargo, se mantiene muy optimista y eleva sus plegarias a Dios para que se desarrolle un proceso de diálogo satisfactorio en el país, pues “el problema no es que la Santa Sede pierda la cara”  sino que el pueblo venezolano resulte afectado.

Yisneidy Pérez

Con información de La Nación

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