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DOBLE LLAVE – Al menos 300.000 migrantes irregulares podrán beneficiarse de un permiso especial para manejar en Virginia, una iniciativa que ya existe en 15 estados de Estados Unidos, más el Distrito de Columbia.
Los migrantes registran tasas de fracaso del 90% en las pruebas para obtener la licencia, por lo que CASA decidió ayudar a los indocumentados con el papeleo, pero también ofreciendo clases que debido a la pandemia se realizan de forma virtual.
Una de las grandes dificultades es la barrera del idioma, pero también hay obstáculos por las diferencias culturales y educativas: algunos de los migrantes son analfabetos y sólo se guían por los símbolos.
Vivir con miedo a una deportación
Mary Valera, una de las profesoras contó que los migrantes que conducen sin licencia “se sienten en una prisión. Piensan que los van a detener y los van a sancionar, lo primero que se les viene a la mente es una deportación”.
Para Luis Aguilar, un inmigrante de origen mexicano que es el director para Virginia de CASA, este permiso para los indocumentados es equivalente a las oportunidades a las que él pudo acceder cuando recibió el estatuto de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), un beneficio migratorio otorgado por el gobierno demócrata de Barack Obama en 2012.
Para muchos migrantes esto representa una oportunidad de acceder a mejores trabajos y a otro nivel de ingresos
Inmigrantes en Virginia
El estado de Virginia atrajo a un gran flujo de migrantes, sobre todo latinoamericanos en la década de 1980 y 1990. Muchos inmigrantes se alejan del centro urbano, donde hay más transporte pero es más costosa la vida, por lo que deben trasladarse en un vehículo propio y conducir se convierte en algo imprescindible y muchos se arriesgan en el proceso.
“Ellos están arriesgando continuamente su propia seguridad porque si son detenidos por un control pueden terminar en el sistema de justicia”, contó Luis.
Por otra parte, Según Aguilar la “autoestima” en la comunidad latina ha sido herida durante muchas ocasiones, por lo que el programa busca enviar un mensaje de que existe un respaldo a las personas, si fallan en el examen.
“Está bien si uno va una vez y fracasa, pueden volver y nos aseguraremos de que practiquen”, concluyó.
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Gabriela Morales
Con información de El Estímulo, agencias de noticias y medios estadounidenses
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