Pere Cervantes y Oliver Tauste, dos policías españoles son los autores del libro «Internet Negro«, en esta publicación dedican un montón de páginas a hablar del «grooming«, una serie de conductas y acciones emprendidas por un desconocido para ganar la confianza del menor para conseguir fotos íntimas y chantajearlo.
«La realidad en las comisarías nos llevó a pensar que existe una necesidad urgente de informar sobre este delito, para que padres y educadores se mantengan alertas ante lo que hacen los pequeños en Internet«, afirman los autores. «El grooming es uno de los delitos más peligrosos con los que nos enfrentamos y atenta directamente contra el derecho a la libertad e indemnidad sexual de los menores«, explican.
Según los estudios realizados, sus principales víctimas son niñas de entre 15 y 17 años. En «Internet Negro» estos profesionales ofrecen algunos consejos de seguridad ante la creciente posibilidad de ser víctima «grooming»:
- Establecer normas sobre el uso de internet: es vital regular horarios, lugares de conexión, formas de supervisión y la gestión de contraseñas.
- Informar a los niños: la mejor herramienta tecnológica para la prevención es una buena educación por lo que se debe decir a los menores sobre los ciberdelitos que se producen en la red, como el grooming, y de los principales riesgos on line.
- Saber las redes sociales en las que tus hijos están y a quién agregan: ocúpate de conocer también las webs que visitan, qué hacen en ellas, para qué las visitan (recuerda que un «para qué» resulta menos inquisitivo e intimidador que un «por qué») y qué información personal dan en ellas. También pregúntate si conoces a todos los amigos que tus hijos tienen agregados en sus redes sociales y si verdaderamente sabes quienes son. Recuerda que los groomers se hacen pasar por menores.
- Fomenta confianza a través del diálogo: no temas hablar con ellos sobre internet, sexo y ciberdelitos. Recuerda que, aunque los nativos digitales sepan más de internet que nosotros, no saben más de la vida.
- Evita que envíen fotografías o vídeos propios sin tu supervisión: dependiendo de la edad, es fundamental saber qué fotos envían, a quién y cuál es su contenido. En el caso de adolescentes de 16 años o más, la educación digital debería haberse iniciado tiempo atrás, pero en menores de 13, la supervisión y el control es crucial, pues aún no se han ganado la libertad de disponer de su propia imagen.
- El uso del Internet desde las zonas comunes de tu casa: instalar el ordenador en una zona común, como la sala, es una norma de seguridad inicial y básica.
- Supervisar los dispositivos con cámaras: la utilización que hacen los menores de dispositivos con cámara integrada, como tablets y smartphones debe ser de sumo cuidado. Interésate por saber con quien se conectan y recuerda que la escasa o nula vigilancia de estos dispositivos es otro de los principales factores de riesgo.
Alejandra Watts
Con información de ABC.
Fotografía Gettyimages.
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