El Salvador prepara drones y aviones militares para combatir plaga de langostas

DOBLE LLAVE – El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ordenó el sábado 18 de julio tener listos aviones y helicópteros militares para combatir una plaga de langostas que se detectó en varias zonas del país y que amenaza con devorar zonas de cultivos.

«Si nosotros no nos ponemos más agresivos en buscar a la langosta (…) aunque controlemos el ciento por ciento de la plaga en nuestro territorio (…) si viniera una manga de langostas desde Guatemala u Honduras, tenemos que estar listos para eliminarlas», aseguró Bukele en una rueda de prensa.

Guerra a la plaga de langostas

El mandatario visitó el sábado una de las zonas de cultivo de granos básicos, como maíz en el departamento de San Vicente, para verificar las labores de búsqueda y combate a la langosta que efectúan técnicos del Ministerio de Agricultura junto a soldados y otros efectivos militares.

Asimismo, Bukele explicó que adicional a los aviones y helicópteros militares que se están adecuando para realizar labores de fumigación contra la langosta, se tienen listos drones para efectuar esa misma tarea, además del personal militar que ya realiza esa faena a pie con el uso de equipo especial portátil de fumigación.

Hasta el momento, el Ministerio de Agricultura no ha precisado la cantidad de área cultivada afectada por la plaga del insecto volador, que en algunas zonas se encontró aún en estado embrionario.

Las autoridades descubrieron su presencia en zonas de cultivo de granos básicos en el departamento de San Vicente, en algunos puntos del departamento de La Paz y otros focos en la zona costera del departamento de Ahuachapán.

Alerta fronteriza con otros países centroamericanos

Además, ordenó al Ministerio de Salud, al de Agricultura y al de Defensa mantener controles estrictos en las zonas fronterizas con Guatemala y Honduras, para intentar detectar tempranamente el ingreso de eventuales mangas de langostas.

Por otra parte, aseguró que su gobierno dará una compensación económica a los agricultores cuyos cultivos resulten dañados por las labores de fumigación en contra de la langosta.