Dermatitis y sol: una mala combinación que puedes evitar

DOBLE LLAVE – La dermatitis es una inflamación de la piel que se caracteriza por enrojecimiento, picor, sequedad y descamación. Puede tener diversas causas, como alergias, irritaciones, infecciones o factores genéticos.

La dermatitis puede empeorar con la exposición al sol, ya que los rayos ultravioleta pueden dañar la barrera protectora de la piel y provocar más inflamación e irritación. Por eso, es importante seguir algunos consejos para cuidar la piel con dermatitis en tiempos soleados.

El primer paso para cuidar la piel con dermatitis es protegerla del sol con un fotoprotector adecuado. Se recomienda usar un producto con un factor de protección solar (FPS) alto, de al menos 30, y que sea hipoalergénico, sin perfumes ni colorantes. También se debe aplicar el fotoprotector media hora antes de salir al sol y reaplicarlo cada dos horas o después de sudar o bañarse.

Además, se debe evitar la exposición al sol en las horas centrales del día, entre las 10 y las 16 horas, y usar ropa ligera, holgada y de colores claros, que cubra las zonas afectadas por la dermatitis. También se puede usar sombrero, gafas de sol y sombrilla para protegerse del sol.

La hidratación es esencial para mantener la piel con dermatitis en buen estado, ya que ayuda a restaurar la barrera cutánea y a prevenir la pérdida de agua. Se recomienda usar una crema hidratante específica para pieles sensibles o atópicas, que sea sin perfume, sin alcohol y sin conservantes. Se debe aplicar la crema hidratante dos veces al día, por la mañana y por la noche, sobre la piel limpia y seca, con suaves masajes circulares.

También se debe evitar el uso de jabones o geles que puedan resecar o irritar la piel, y optar por productos suaves, sin sulfatos ni parabenos. Asimismo, se debe evitar el agua muy caliente o muy fría, y secar la piel con una toalla suave, sin frotar.

La alimentación también puede influir en el estado de la piel con dermatitis, ya que algunos alimentos pueden favorecer o empeorar la inflamación. Se recomienda seguir una dieta equilibrada y variada, rica en frutas y verduras, que aportan antioxidantes y vitaminas que benefician la piel. También se deben consumir alimentos que contengan ácidos grasos omega-3, como el pescado azul, las nueces o las semillas de lino, que tienen propiedades antiinflamatorias.

Por el contrario, se debe evitar el consumo de alimentos que puedan provocar alergias o intolerancias, como los lácteos, el gluten, los huevos o los frutos secos, si se tiene alguna sensibilidad a estos productos. También se debe limitar el consumo de alcohol, café, té y bebidas azucaradas, que pueden deshidratar la piel.

Además, se debe cuidar la salud general y evitar el estrés, el tabaco y otros factores que puedan afectar negativamente a la piel. Si se tiene algún síntoma de infección o empeoramiento de la dermatitis, se debe consultar con un médico o un dermatólogo.

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Gabriel Velásquez

Con información de medios internacionales

Fuente de imagen referencial: Unsplash / Amanda Dalbjorn

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