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DOBLE LLAVE – A estas mujeres nada las delata salvo la clineja ocasional que pueda asomarse por el casco. Enfundadas en el uniforme, cada bolsillo abultado por alguna pieza de equipo, máscara de gas tapando el rostro y el fusil al hombro, es fácil pensar que pertenecen a uno de esos fuertes comandos que aparecen en las películas de guerra.

Su comandante, el coronel Frode Kristoffersen, se refiere a ellas como un puñado de reclutas que integran la primera fuerza especial militar exclusivamente formada por mujeres en el mundo, las “cazadoras”. «Me gusta la vida activa. Siempre quise unirme al ejército. Es genial estar aquí», cuenta Martina una de las cazadoras. Es una de sólo 14 reclutas que han superado el duro proceso de selección y terminaron incorporadas a la unidad.

Competencia desigual

Noruega no es el único país donde hay mujeres que combaten con hombres en las fuerzas armadas. Pero los filtros tradicionales a los que los aspirantes eran sometidas terminaban en fracasos. Por diez años ninguna logró las pruebas de regimientos paracaidistas o atrás fuerzas especiales. Aun así, el ejército noruego veía una necesidad de integrar mujeres en sus fuerzas especiales. De ahí nació el proyecto Jegertroppen, pues las cazadoras forman parte de una unidad concebida por y para mujeres.

Su especialidad es efectuar las llamadas labores de «reconocimiento» y aunque todavía no han operado el terreno, se espera que eventualmente participen en misiones específicas que involucren población civil en ciertos escenarios de conflicto.

Geraldine Escobar

Con información de BBC Mundo 

 

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