DOBLE LLAVE – Los asesinatos de personas ambientalistas alcanzaron la cifra récord de 227 víctimas fatales en 2020, la mayoría en Colombia y México, según denunció este lunes 13 de septiembre la ONG Global Witness en su informe anual sobre estos ataques.
Según el documento «casi tres de cada cuatro ataques ocurrieron» en América Central y del Sur. Colombia, con casi la tercera parte de los asesinatos (65), fue por segundo año consecutivo la nación más letal para los ambientalistas.
México (30), Filipinas (29), Brasil (20), Honduras (17) y otra decena de países continúan en el listado. Los centroamericanos Guatemala (13), Nicaragua (12) y Costa Rica (1) también figuran en el conteo, al igual que Argentina (1).
Entre las víctimas mortales existen varias coincidencias, el 70% de ellas trabajaban para detener la deforestación y casi todas vivían en países en desarrollo. La tercera parte pertenecía a pueblos originarios.
En México, donde los ataques aumentaron el 67% frente a 2020, el pueblo Kumiai se organizó para denunciar que una compañía cervecera estaba acaparando el agua potable del territorio. Oscar Eyraud, uno de sus dirigentes, fue asesinado en septiembre del 2020.
De esta forma, el escrito enfatizó que muchos gobiernos «no están protegiendo a los defensores ambientales: en muchos casos perpetran violencia contra ellos directamente y en otros podrían ser cómplices de empresas» interesadas en silenciar a los activistas.
El foco de la ONG estuvo puesto sobre empresas que provocan la crisis climática
Global Witness lleva la estadística desde 2012 y en los últimos tres años registró un incremento sostenido de estos crímenes. Este año, colocó el foco en «las industrias que están causando la crisis climática y los ataques contra defensores ambientales», como se titula el informe.
«La exigencia de tener las mayores ganancias (…) al menor costo posible parece traducirse eventualmente en la idea de que quienes obstaculizan el proyecto deben desaparecer«, puntualizó en el documento el ambientalista estadounidense Bill Mckibben.
Además de tales industrias, la economía de extracción, basada en el extractivismo de materias primas o riquezas minerales, está siendo escrutado por diferentes ONG internacionales, muy atentas a la integridad física de los ambientalistas, en una combinación de análisis ecologistas + defensa y protección de los Derechos Humanos.
The work of Land & #EnvironmentDefenders has never been more important – but they face a growing range of threats.
Join our launch event on Monday to hear about the fight against climate breakdown, and how we can prevent these attacks in future. https://t.co/y4gufVhndq
— Global Witness (@Global_Witness) September 11, 2021
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María Gabriela Moncada
Con información de agencias de noticias, medios internacionales y redes sociales
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