La Organización Mundial de la Salud estima que en el mundo hay 39 millones de personas ciegas y 246 millones presentan discapacidad visual moderada o severa. De ellas 19 millones son niños. Sin embargo, hay luz, pues establece que el 80% de la discapacidad visual es fácilmente tratable y/o prevenible.
Los climas cálidos favorecen la exposición al sol de la población, por este motivo especialista señalan que, de la misma forma que se protege la piel con cremas, es importante proteger los ojos. Así, todos los lentes de sol deben filtrar el 100% de los rayos UV y estar elaborados en materiales altamente resistentes. Es importante recordar no adquirirlos en puestos ambulantes.
En los niños el control a la exposición solar debe ser todavía más estricto, debido a que reciben en promedio tres veces más radiación UV anual que los adultos.Los padres deberían prestar particular atención a este tema, ya que los problemas de la vista descubiertos tardíamente en la infancia pueden dificultar el rendimiento escolar.
En los adultos se aconseja controlar la presión ocular para detectar el glaucoma. Los controles frecuentes permiten además detectar cataratas, que hoy en día se pueden operar precozmente. Otra patología que es importante descubrir en sus estadios iniciales es la degeneración macular asociada a la edad.
Si se usan lentes recetados, estos deben ser fotosensibles, dado que se adaptan rápidamente a las distintas condiciones de luminosidad, permitiendo que la cantidad adecuada de luz llegue a los ojos. Están disponibles en todos los formatos y graduaciones, y cuentan con 100% de protección UVA y UVB.
Además, los especialistas recomiendan ingerir alimentos sanos, tener una dieta balanceada, no fumar, utilizar una iluminación apropiada, considerar suplementos vitamínicos en caso de ser necesarios y hacer ejercicio regularmente.
En todos estos casos, siempre es importante consultar al médico oftalmólogo sobre cómo proteger la vista y tener en cuenta que la prevención es la mejor medicina. Una visita al especialista cada año ayuda a prevenir las enfermedades que causan ceguera y a corregir eficazmente los errores de refracción, conocidos comúnmente como vista corta (miopía), hipermetropía, astigmatismo y presbicia.
AG
Con información de El Litoral.
Fotografía Gettyimages.
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