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La situación para los refugiados varados en la frontera común de Hungría y Serbia se torna dramática luego del cierre de la zona limítrofe. A lo largo de este cruce fronterizo cientos de policías húngaros aseguraron una valla construida en esta frontera con alambres de púas.
Las fuerzas de seguridad dejaron en claro a los aproximadamente 1.500 refugiados que se encuentran en el segundo paso de frontera «Röszke 2» que no tienen posibilidad de entrar al país. La principal vía de traslado en ferrocarril también fue bloqueada por la policía.
Este martes entró en vigencia una ley más dura sobre el cruce de fronteras, antes cruzarla era una falta simple, ahora al cruzarla de manera ilegal pueden ser detenidos o deportados.
El proceso de registro para los refugiados de la guerra civil es un proceso lento, ante la impaciencia algunas personas intentan ingresar pasando la frontera por carretera de manera ilegal y por la fuerza. El caos en el tráfico es total.
Por su parte el gobierno serbio está alarmado y en alerta por el cierre de la frontera. La policía fronteriza Serbia está molesta con los colegas húngaros quienes no le informaron sobre el respectivo cierre, siempre habían trabajado en conjunto.
Ahora se espera que los refugiados utilicen otro camino para llegar a los países de la Unión Europea. Probablemente tomen desde Belgrado a Croacia a lo largo de la importante ruta de tren que une Múnich con Estambul o Atenas.
GP
Información dpa.
Fotografía REUTERS/Marko Djurica.
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