Hay plata en los videojuegos

Si hay algo que ha tenido un crecimiento marcado en los últimos años en España ha sido la industria de los videojuegos.  En el 2014 se produjo un crecimiento del 31% en facturación: se pasó de 314 millones de euros a 413. Para que se entienda la magnitud de esta cifra, se podría decir que es más del triple del mejor año en taquilla de la historia del cine español. La industria de los videojuegos ha producido más de 400 empresas contabilizadas y más de tres mil empleos directos, de los cuales el 60 por ciento tiene un contrato indefinido. A este paso, en el 2018, se podrían alcanzar los mil millones de euros de facturación.

Sin embargo, no todo es tan perfecto como suena, pues el 65% de las compañías tiene cinco años o menos, no atraen inversión extranjera (solo el siete por ciento) y una de cada dos tiene cinco empleados o menos. Igualmente, las ganancias parecen no estarse distribuyendo de forma tan equitativa pues sólo Social Point, gigante de los videojuegos sociales, estimó sus ingresos en 2014 en 100 millones de dólares (90 millones de euros).

En referencia a lo anterior, Ignacio Pérez Dolset, presidente de  la Asociación Española de Empresas Productoras y Desarrolladoras de Videojuegos y Software de Entretenimiento (DEV), declaró: «Hay muchísimo por hacer. Quiero recalcar el mensaje, porque los datos pueden parecer engañosos y dar la impresión de que todo nos va bien. En el sector del videojuego en España tenemos un problema estructural y una oportunidad de crear un sector fuerte mientras dure el cambio de modelo de negocio, porque talento tenemos».

En 2014, el Ministerio de Industria, Energía y Turismo adjudicó las primeras ayudas específicas al sector del videojuego. De los 18,9 millones de euros disponibles en préstamos blandos y de los 2,1 de subvenciones (en total, 21), el 40% fueron a parar a una empresa: Mercury Steam, una de las pocas empresas del sector que tienen más de 50 trabajadores.

Parece innegable que la industria de los videojuegos en España necesita adentrarse en aguas internacionales, para eso sería necesario que existiera una mayor cooperación entre cada una de las empresas. Los números evidencian el potencial al que puede aspirar esa industria, mejorando las fallas expuestas el crecimiento llegaría a ser más resaltante aún.

LS

Con información de El País.

Fotografía Gettyimages.