Cada vez más los casos de demandas por propagación de mentiras, amenazas de muerte, señalamientos de delitos sin ninguna prueba y violación a la intimidad
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DOBLE LLAVE – Desde hace por lo menos 17 años las cortes emitieron los primeros fallos sobre derechos y obligaciones en Internet, anticipándose a los debates que crecen cada día más en tiempos en los que las redes sociales son la forma de difusión de noticias quizás más utilizada, haciendo a un lado los medios impresos y televisivos. Sin embargo, “si bien en Internet existe una realidad virtual, esto no significa que los derechos en dicho contexto también lo sean”.

Hoy en día juzgados y cortes discuten con mucha frecuencia la legalidad de las publicaciones (de famosos y de quienes no lo son), en las principales redes sociales, esto debido a que aunque al principio su impacto pareciera no ir más allá de likes y retuits, lo cierto es que son cada vez más los casos de demandas y tutelas por propagación de mentiras, amenazas de muerte, señalamientos de delitos sin ninguna prueba y violación a la intimidad, entre otros, que tienen implicaciones jurídicas y disciplinarias.

La web se llena de usuarios falsos

En múltiples oportunidades la corte ha señalado que no es posible crear un perfil a nombre de otra persona, ni siquiera cuando se trate del propio hijo, porque se incurre en violaciones a derechos como la libertad en el manejo de información, la honra y la intimidad. Con esos argumentos, en Colombia, la corte le ordenó a un padre eliminar un perfil que creó en el 2012 a nombre de su hija de cuatro años en el que, además, estaba desprestigiando a la madre de la menor.

En marzo de este año se presentó en el Congreso colombiano un proyecto de ley para «prohibir la creación de cuentas falsas que difunden injurias, calumnias y vulneran la intimidad», y los entes disciplinarios ya han tomado medidas recordando que en estos casos aplican las mismas reglas del “mundo no virtual”: el derecho a la libertad de expresión debe ceder cuando el mensaje tiene un fin “difamatorio, grosero, desproporcionado, injustificado, parcial, incompleto, o se observe un contenido impropio, de vejámenes, ofensas y agravios injustificados”.

Andrés Ángel, experto en habeas data, afirma que los mensajes en redes se vuelven un delito cuando “no se tiene pruebas para soportar lo que se dice”. «la autorregulación de las mismas redes es limitada, ya que es difícil eliminar todos los contenidos violentos o difamatorios con algoritmos, por lo que se debe buscar educar a la población para que sepa cómo usarlas» señala.

Por su parte, Carolina Botero, experta en redes sociales, asegura que más que restringir las redes se requieren mayores debates sobre la responsabilidad en esos espacios. “El problema no es tanto el instrumento en sí, porque las redes son un medio de todos y para todos, sino el uso que se les da”. «Lo que han aplicado las cortes frente a las redes es, en esencia, la misma política de responsabilidad que rige las publicaciones de los medios tradicionales». puntualiza.

Ninoska Moncada / @ninoskamci

Con información de El Tiempo

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