DOBLE LLAVE – La muerte de otro joven afroamericano, Rayshard Brooks, por disparos de un agente blanco causó una profunda conmoción en Atlanta (Georgia, EE.UU.) y provocó la dimisión de la jefa de Policía de la ciudad, Erika Shields.
Brooks, de 27 años, falleció tras ser tiroteado la noche del viernes 12 de junio en el aparcamiento de un restaurante de comida rápida de la cadena Wendy’s en Atlanta, después de resistirse a ser detenido y pelearse con dos agentes blancos, informó este sábado en un comunicado el Buró de Investigación de Georgia (GBI).
El incidente, captado parcialmente en un vídeo que circuló rápidamente en las redes sociales, ocurrió en plena ola de protestas para denunciar la violencia policial contra las minorías, en particular los negros.
Según el GBI, la policía acudió al aparcamiento tras recibir una «queja de que un hombre estaba dormido en un vehículo aparcado delante de la ventanilla (de recogida de alimentos), lo que provocaba que otros clientes tuvieran que conducir alrededor del coche» para pedir la comida.
Los agentes hicieron una prueba de alcoholemia a Brooks y, tras confirmar que estaba ebrio, intentaron detenerle, pero el joven «se resistió y comenzó un forcejeo» entre los tres, según apuntó una nota.
El vídeo no muestra el momento en el que Brooks recibe los disparos, solo un instante en el que el joven afroamericano aparece en el suelo, pero se pudo confirmar que el policía le «disparó» con un arma de fuego y que el herido fue «trasladado a un hospital local, donde murió tras la operación«.
Uso no justificado de la fuerza letal
Por su parte, la alcaldesa de Atlanta, la afroamericana Keisha Lance Bottoms, anunció en una rueda de prensa que la jefa de Policía de la ciudad, Erika Shields, había presentado su dimisión.
El cese se informó poco después de que activistas locales exigieran la renuncia de Shields y de que decenas de personas se manifestaran en Atlanta para denunciar lo sucedido.
Asimismo, Bottoms opinó además que, lo ocurrido no fue «un uso justificado de la fuerza letal» y pidió «el despido inmediato del agente».
El policía, identificado como Garrett Rolfe, fue despedido este domingo, mientras que su compañero, Devin Bronsan, que participó en el forcejeo con la víctima, está de baja administrativa.
El hecho es investigado judicialmente para establecer lo sucedido con más claridad y detalles, así como para que la administración de Justicia establezca la correspondiente pena o sanción.
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Gabriela Morales
Con información de otros medios
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