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La Cámara de Diputados de Brasil ratificó en la noche del miércoles, en segunda votación, la reducción de 18 a 16 años de la edad mínima de imputabilidad penal para delitos graves.
La aprobación de la medida, por amplia mayoría, constituye una nueva derrota que la Cámara Baja le impone al gobierno de la presidenta Dilma Rousseff, que en la primera votación, realizada en julio, intercedió directamente, a través de dos ministros, para evitar que el mismo avanzara.
Según el diario Folha de Sao Paulo, la votación de anoche fue de 320 votos a favor, 152 en contra y una abstención. En total, la Cámara Baja posee 513 diputados, y se necesitaban como mínimo 308 votos a favor para que el proyecto avanzara al Senado.
La contundente mayoría favorable a la reducción de la edad penal para delitos tales como homicidio intencional, violación y lesión corporal seguida de muerte, entre otros, confirma la obtenida en la primera votación, realizada en julio. En la ocasión, 323 legisladores votaron a favor, 155 en contra y dos se abstuvieron.
Por tratarse de una enmienda constitucional, la iniciativa necesita de mayorías especiales, tanto en Diputados como en el Senado. En ambas cámaras requiere además de dos rondas de votación.
La organización Human Rights Watch (HRW) fue la primera en manifestar su rechazo a la iniciativa.
«La propuesta de enmienda viola los derechos de los niños y adolescentes y, si se implementa, debilitará los esfuerzos destinados a la reducción de la criminalidad», indicó la entidad, citada por el rotativo.
AG
Con información de dpa.
Fotografía Gettyimages.
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