El prefecto de Roma, Francesco Paolo Tronca, negó totalmente la posibilidad de que las personas puedan tomarse fotos con quienes lleven disfraces históricos a cambio de dinero. Una actividad que muchos aprovechaban para lucrarse, en base al turismo de la ciudad.
Según el decreto publicado el miércoles, la multa puede alcanzar los 400 euros y la confiscación del disfraz, explicó el portavoz de la administración local romana. La nueva ordenanza también prohíbe llevar a turistas en rickshaw (triciclo para transporte) y vender entradas para un horario determinado en las colas de espera a los monumentos.
Se trata de una medida encaminada a «asegurar la seguridad urbana, ya que los sujetos dedicados a tales actividades actúan frecuentemente en un modo inoportuno y en ocasiones, agresivo». También pretende asegurar «el decoro del patrimonio artístico, histórico y monumental de la ciudad».
En el pasado se habían emitido prohibiciones parecidas, pero nunca llegaron a implementarse. Ahora, el asunto podría ser diferente con el cambio en la administración local, el inicio del Año Santo el 8 de diciembre y el aumento de las medidas de seguridad tras los atentados de París.
EC
Con información de dpa.
Fotografía
Comments