DOBLE LLAVE – Los regímenes socialistas poseen la capacidad de destruir los incentivos de un país y con ello crear una degeneración a gran escala.
Henkel García, director de la consultora Econométrica y analista financiero, señala que “la crisis en Venezuela es institucional”. El especialista puntualiza que una institución corrupta hace que las buenas intenciones también se vean corrompidas.
Para el colaborador del Cedice, en el país, el chavismo representa la instauración de un poder hegemónico que “impuso una gran corporación de extracción de riqueza” y que sumado a ello no cuenta con instituciones que “chequeen y gestionen los diferentes poderes”.
Además de una política que sólo ha buscado su propio beneficio financiero, el Gobierno ha impuesto herramientas de control social, que han desencadenado en una fatídica dependencia entre el Estado y la ciudanía, respecto al acceso a servicios y productos básico.
Daño a la prosperidad económica
El analista financiero señala que la propiedad económica se compone de capital humano, capital físico y tecnología. Sin embargo, en Venezuela, estos tres factores se han visto constantemente disminuidos.
García ejemplifica esto, al señalar que la fuga talento que sufre el país es abrumadora y que ello ha tenido un impacto considerable en el desarrollo empresarial; así mismo, resalta que en Venezuela hay excelentes estructuras y puntos de trabajo, pero “con la crisis las cosas se están deteriorando”.
Una mejora al incentivo
Para hacer frente a la macroeconomía del populismo que hay en Venezuela, Henkel García señala que es necesario definir unas “reglas del juego” y con ello buscar incentivos que permitan estimular la actividad productiva.
Lo recomendable en estos casos es establecer garantías para la propiedad privada, fijar una relación equilibrada entre el esfuerzo y el trabajo realizado, crear oportunidades de inserción productiva y por ende, ofrecer condiciones para emprender.
Una salida de la crisis
Salir de la crisis económica y política en el país sí es posible, pero el analista acota que lo primero que se debe hacer es una separación del poder político, el poder económico y las instituciones.
Así mismo, puntualiza que es inminente acabar con el control cambiario y hacer una reforma monetaria, que esté orientada a revalorizar la moneda nacional, pero al mismo tiempo despedir la figura del bolívar. No obstante, para el director de Econometrica, la dolarización no es un camino a seguir, dado que se traduciría a colocarse una camisa de fuerza, que si bien aporta seguridad, crea dependencia.
Una apuesta por Venezuela
García señala que, pese al oscuro panorama que se vislumbra actualmente en Venezuela, su apuesta es por quedarse en el país y continuar con su labor empresarial.
El analista puntualiza que antes de tomar la decisión de emigrar, los venezolanos deben pensar en frío cómo será su crecimiento laboral y sus ganancias financiaras dentro de 10 años, desde dos perspectivas: el exterior y desde su tierra natal.
El director de Econometrica puntualiza que las proyecciones son sólo eso, proyecciones y que nada da certeza de qué pasará en el futuro. No obstante, él piensa en Venezuela como la “proyección del flujo de caja que supone la compra de una empresa” y su conclusión, es que los beneficios a futuro, luego de salir de este régimen populista, son positivos.
“Quedarme, trabajar y no dejar que mi consultora cierre, es mi forma de protestar” en un país, donde el Gobierno busca eliminar incentivos y seguir expandiendo su institución extractiva.
Bárbara Méndez / @barbie_zml
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