DOBLE LLAVE – La organización ecologista Greenpeace presentó en el marco de la COP29 de Bakú una propuesta para implementar un impuesto global a las grandes empresas petroleras y gasísticas para financiar los costos de los crecientes desastres climáticos extremos a través del fondo de pérdidas y daños de la ONU.
«Mientras las gigantes del petróleo y el gas siguen acumulando niveles grotescos de ganancias explotando recursos, los daños provocados por las operaciones de esta industria recaen desproporcionadamente en personas que no causaron esta crisis», declaró en un comunicado el director de la organización coautora del análisis Stamp Out Poverty (Erradicar la pobreza), David Hillman.
La iniciativa incluye un impuesto inicial a las grandes compañías de combustibles fósiles de 5 dólares (aproximadamente 4,74 euros al tipo de cambio actual) por tonelada de CO2 liberada, que se incrementaría gradualmente y que serviría para recaudar miles de millones de dólares en el horizonte de 2030.
«Un impuesto por daños climáticos, junto con otros gravámenes sobre los combustibles fósiles y sectores de alta emisión, hará que los contaminadores paguen por el costo de los impactos climáticos, además de apoyar a los trabajadores y comunidades afectadas en la transición hacia energías limpias, empleos sostenibles y transporte», agregó Hillman.
Según los cálculos de Greenpeace y de Stamp Out Poverty, introducir esa tasa en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) podría recaudar unos 900.000 millones de dólares (unos 853.500 euros).
Esa senda impositiva a largo plazo sobre la extracción de hidrocarburos podría incrementar en más de un 2.000 % el Fondo de Respuesta a Pérdidas y Daños de Naciones Unidas, combinada con impuestos sobre los beneficios extraordinarios y otros gravámenes, agregan las plataformas responsables del estudio.
Según los cálculos de Greenpeace International y Stamp Out Poverty, un impuesto por daños climáticos aplicado «a siete de las principales empresas internacionales de petróleo y gas añadiría, sólo en el primer año, 15.020 millones de dólares, lo que equivale a más de 21 veces la cantidad actualmente comprometida».
A título ilustrativo, Greenpeace y Stamp Out Poverty indican que gravar la extracción de ExxonMobil en 2023 podría cubrir la mitad de los costos del huracán Beryl, aplicar esas tasas a Shell podría respaldar gran parte de los daños del tifón Carina y aplicárselo a TotalEnergies cubriría «más de 30 veces los costos de las inundaciones en Kenia en 2024».
At #COP29, we’re calling on Big Oil to stop trying to silence us and block real climate action. We will not be silenced, and we will not stop fighting.
Join us and take action now >> https://t.co/j0D2Zg9RX0#MakePollutersPay #ImWithGreenpeace pic.twitter.com/gfjim8fByH
— Greenpeace International (@Greenpeace) November 17, 2024
De interés: Petroleras latinoamericanas están entre las que más generan emisiones de CO2
DOBLE LLAVE
Con información de EFE Servicios
Fuente de imagen referencial: EFE/EPA/ANATOLY MALTSEV
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